A lo largo de esta semana el Mercado del Olivar ha puesto el
pescado a la venta entre las 9.30 y las 10.00 horas, una tardanza
ocasionada por la subasta electrónica implantada esta semana en la
lonja de Palma. El sistema ha generado malestar entre los
vendedores que denuncian falta de información, pérdidas en las
ventas y el incremento de los precios.
El presidente de la planta de pescadería del Mercado del Olivar,
Bartolomé Torrens, manifestó ayer su extrañeza por la ausencia de
información previa a la puja sobre la cantidad de pescado que
puesto a la venta: «Llegar a la subasta sin saber que cantidad de
mero o gamba va a ser vendido favorece la especulación y el
incremento de los precios. La puja al alza. Esta es una práctica
que sólo beneficia a los barcos y que, al final, revierte
negativamente en los consumidores». Torrens aseguró que esta
situación sería impensable en lonjas como la de La Coruña o
Barcelona. De hecho el mero alcanzó ayer los 42 euros el kilo: «¿A
qué precio lo tenemos que vender?».
Asimismo, algunos vendedores del Olivar expresaron su molestia
por el «incumplimiento» de una de las condiciones «más importantes»
que se pactaron con Mallorca Mar, entidad que gestiona la subasta,
para acordar la implantación de este nuevo sistema de venta: «Nos
garantizaron que se efectuarían controles exhaustivos en el puerto
de Palma, en los propios barcos, para contabilizar el género y
asegurar que éste llegue íntegro a la Lonja». Sin embargo, a muchos
les consta que parte del mismo «se desvía» por el camino.
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