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La Asociación de Promotores de Balears propondrá al Consell de Mallorca que clarifique como suelo urbanizable las 400 hectáreas correspondientes al diferencial de crecimiento previsto en el Plan Territorial de Mallorca (PTM), aproximadamente un 7 por ciento en 10 años incluidas las áreas de reconversión y sistemas generales, del 10 por ciento fijado en las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT). Afirman que esa bolsa de suelo, gestionada de forma «adecuada» mediante una sociedad mixta entre instituciones públicas y sector privado, permitiría sacar al mercado 2.000 viviendas anuales a un precio de entre 30.0000 y 42.000 euros (5 y 7 millones de pesetas) inferior al de mercado libre.

Así lo afirmó ayer el presidente de la patronal, Gabriel Oliver, quien indicó que «es mentira» que en Mallorca quede suelo vacante para acoger a 480.000 nuevos habitantes, tal y como calcula el PTM, por lo que instó al Consell a «no despreciar» el 35 por ciento del crecimiento urbanístico previsto en las DOT.

Como segunda alegación, la patronal solicitará al Consell que se aplique incentivos económicos o de gestión para que las operaciones de esponjamiento en zonas turísticas dejen de ser «utópicas». Oliver recordó que el PTM concede sólo el derecho de aprovechamiento del suelo al propietarios pero siempre asumiendo los costes de demolición y reconstrucción, lo que consideró insuficiente. Propuso que el Consell permita un incremento de techos para que los propietarios obtengan beneficios.

Los promotores critican también la creación de nuevas figuras de protección, como las zonas con peligro de inundación, desmoronamiento o incendios ya que consideran que el 99 por ciento de la superficie de Mallorca está amenazada por estas catástrofes. Respecto del plan de vivienda, la patronal considera que se debe «salir de la filosofía del subsidio y de la actuación de empresas públicas deficitarias y establecer un marco de actuación para el sector privado». Plantean la reducción de trámites administrativos -planes parciales, juntas de compensación, silencios administrativos positivos- que se traducen en aumentos de costes. Solicitan una reducción de la fiscalidad municipal y consideró que el Estado debería bajar el IVA.