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Lleno total -unas mil personas- en su mitin de Palma y máxima expectación a su paso por la Setmana del Llibre en Català, donde fue recibido con aplausos nada más entrar en el recinto. El organizador del evento, el presidente del gremio de libreros, no recordaba nada igual.

¿Y quién era el personaje? El polémico Josep Lluís Carod Rovira, que no defraudó a sus incondicionales, cargó contra el PP, justificó su reunión con ETA y pronosticó que su partido, ERC, conseguirá «los mejores resultados de su historia» y que, además, la coalición en la que su formación participa en Balears, Progressistes, logrará un escaño.

Cerca de 400 personas esperaban a Carod en el primero de los actos que le trajeron a Balears: la presentación de sus últimos libros. Presentado por Llorenç Capellà como un «patriota», afirmó que naturalmente que se encontraba en su casa en Mallorca porque «Mallorca es mi país».

Ayer fue un día de euforia para los dirigentes baleares de ERC, un partido que logró 1.340 votos hace cuatro años y que estaban viviendo su gran día. La euforia se contagió a los otros partidos de Progressistes. Algunos dirigentes de los socios de la coalición (Joan Antoni Salas, Margalida Rosselló, Marilena Tugores, Manuel Cámara) se confundieron entre los asistentes al mitin que siguió a una cena. Carod se hizo fotografías con los asistentes, respondió a quien le preguntó y presumió de «hablar siempre claro». Por eso mantuvo su convencimiento de que «ETA y el PP se retroalimentan mutuamente».

La «teleborroka»
«No se me ocurre ningún país en que se criminalice a alguien que intenta que no se mate», que aludió a la ofensiva que había sufrido por parte de lo que llamó teleborroka, en referencia al papel de la televisión pública.

El dirigente republicano recordó su origen aragonés y volvió a aclarar que él no se apellida Pérez. Pero apuntó que si se hubiera apellidado así no pasaría nada y que eso es lo que preocupa a los que defienden el modelo cerrado de la España del PP. «Cada vez serán más los Pérez, los Martínez y los Fernández que rechazan ese modelo».

Explicó su nacionalismo. Afirmó que el suyo es el nacionalismo de la gente, que «la nación existe porque la nación es la gente». Defendió los Païssos Catalans y dijo que algún día podrían ser «un Estado libre».

No pasó por alto que Matas hubiera dicho de él que no era bienvenido. Afirmó que no le preocupa, que él no creía haberlo visto entre los que le aplaudían y añadió que él añora el día en que hablar en catalán sea algo normal y no un «acto de afirmación».

En clave electoral, Carod-Rovira mantuvo que se presenta a las elecciones con la confianza de que el PSOE de Zapatero acepte ser motor de un cambio de modelo de Estado.