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Superar los 50.000 votos que PSM, EU, EV y ERC sumaron hace cuatro años «y mandar al PP a la oposición». Estos son los principales retos marcados por el mitin central de Progressistes per les Illes Balears, celebrado ayer, en el inicio de la campaña electoral, en el Auditòrium.

Un millar de personas acudieron a la llamada de una coalición que pugna por el octavo diputado por Balears, aunque la cabeza de lista al Congreso, Nanda Ramon, no renunció a los cien mil votos «para que Manuel Cámara -número dos- y yo nos vayamos a Madrid».

Siguiendo una tradición del PSM, el mitin se inició con una actuación musical, en este caso una actuación de la banda de Víctor Uris, para dar paso a las intervenciones de los candidatos. Inició los turnos el candidato al Senado por Mallorca Cecili Buele (ERC), quien inició y cerró su discurso con gloses en clave electoral. Reclamó que en Madrid «haya por primera vez una voz clara por Mallorca frente a las voces tristes que hemos tenido. Nadie sabe quiénes son nuestros diputados y senadores». Ante los grandes medios de PP y PSOE, Buele pidió «intensidad».

Continuó Miquel Àngel Llauger (Els Verds), también candidato al Senado por Mallorca, quien recordó las 50.000 personas que participaron en la manifestación «Qui estima Mallorca no la destrueix». Llauger denunció la «guerra contra el territorio» entablada por PP y UM. En el ámbito estatal, recordó las «mentiras» de la guerra de Irak y «los euros y los sueños imperiales de Trillo en Perejil». Defendió la coalición «porque hemos solucionado el problema de muchos progresistas que votan a uno de nuestros partidos, pero que también les gustaría votar a los demás». Rechazó la «tentación» del voto útil y emplazó a los presentes a recuperar un gobierno progresista para Balears en 2007.