Los candidatos, con Cirer. Mariano Rajoy y Maria Salom, con Catalina Cirer, saludan a los asistentes al mitin una vez finalizado el acto central de campaña de PP en las Islas. Foto: JOAN TORRES

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El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió ayer el voto a los 6.000 simpatizantes del PP que acudieron a su mitin para evitar que en España se firme un pacto como el que vivió Balears la pasada legislatura. El PP tuvo que instalar una carpa en el exterior del recinto para acoger a las más de mil personas que acudieron al mitin y que ya no cabían en el polideportivo palmesano.

«Quiero un Gobierno como el que preside Jaume Matas en Balears y no uno como el que había antes», aseguró Rajoy, quien se mostró sorprendido de que haya quien quiera para España «el mismo gobierno que fracasó en Balears». «No estamos para perder el tiempo ni para hacer experimentos -dijo Rajoy- porque lo que aquí se decide es si gobierna el PP o si lo hacen todos los partidos que ya han anunciado que se van a poner de acuerdo».

Para el candidato del PP a La Moncloa, se trata de elegir entre el PP o las políticas de desunión, de la polémica y de la vuelta atrás. «Para España será mala una coalición desunida y sin un modelo de Estado definido», afirmó. Añadió además que apostar por él como candidato «no es jugar a la ruleta: yo no engaño a nadie ni me voy a coaligar con gente rara».

No a un cara a cara
El líder popular, que previamente había celebrado mítines en Menorca y Eivissa, se refirió también a la petición de debate que le ha lanzado el número uno del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. No le nombró en ningún momento, pero dejó claro que no aceptará un debate con él. «Que no me pidan que haga el primo», dijo Rajoy sobre este asunto, para añadir que él sólo realizará un debate con todos los candidatos, que ya han anunciado que pactarán. Para Rajoy el cara a cara «no responde a la realidad».

La corbata de lunares
El candidato del PP bromeó de nuevo con el peculiar traje que Rodríguez Zapatero eligió para abrir la campaña electoral. «Se ha puesto como un basilisco porque he dicho que iba con camisa negra y con una corbata de lunares. Yo no me voy a meter con nadie porque, como veo que la gente está estresada, lo que quiero es relajar el ambiente».

Mariano Rajoy también aprovechó su intervención para criticar la falta de un modelo definido en las filas socialistas. «Daría un millón de euros por saber qué hará el PSOE con los impuestos porque no tienen ninguna propuesta. No la tienen pero, si la tuvieran, la tendrían que cambiar para ajustarla después por culpa del pacto».

Frente a la falta de modelo de los socialistas, «que cambian en función de los intereses de cada comunidad», el candidato del PP contrapuso el programa del PP. «Quiero que los españoles me den su confianza para aplicar un programa que sí es conocido», dijo. Entre otras propuestas, Rajoy se comprometió a impulsar el cumplimiento del Régimen Especial de Balears para compensar los costes que genera la insularidad.

También anunció que el compromiso del PP es que, en el año 2010, exista en España pleno empleo. Anunció que, en los próximos dos años, se crearán dos millones de puestos de trabajo, se mantendrá el equilibrio presupuestario y se incidará en las políticas de rebaja de impuestos que el PP ha puesto en marcha en estas dos legislaturas al frente del Gobierno.

«Tenemos preparación, tenemos las ideas claras, somos un partido unido y podemos decir lo mismo en toda España», aseguró el candidato del PP. Mariano Rajoy destacó que, si en 1996 las principales preocupaciones de los españoles eran «el paro, el despilfarro y la corrupción», gracias a los gobiernos del PP estas preocupaciones han desaparecido.

El president del Govern, Jaume Matas, intervino en el mitin antes de que lo hiciera Mariano Rajoy. Matas aprovechó parte de su discurso para incidir en los mensajes que ya ha lanzado durante la precampaña electoral. Aseguró que, si en la Cova de Ses Bruixes se reunían hace años brujas de Cataluña, ahora son otros brujos, en referencia a Carod-Rovira, los que repiten la historia.

Insistió en que el líder de ERC no es una persona bienvenida en las Islas y le emplazó de nuevo a que no vuelva a hablar en nombre de Balears. Afirmó que si el socialista Jesús Montilla no desea que las cuestiones que afectan a Cataluña se decidan en Mérida y Toledo, «tampoco nosotros aceptamos que las cuestiones que afectan a Balears se decidan en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona».

También el president del Govern denunció las discrepancias internas que existen en el PSOE cuando tratan de explicar el modelo de Estado y advirtió de las consecuencia que tendría para España un pacto como el de Balears en la pasada legislatura. «Esa medicina ya la hemos probado -dijo el president Matas- y lo que no queremos para Balears, tampoco lo queremos para España».