El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy,
pidió ayer el voto a los 6.000 simpatizantes del PP que acudieron a
su mitin para evitar que en España se firme un pacto como el que
vivió Balears la pasada legislatura. El PP tuvo que instalar una
carpa en el exterior del recinto para acoger a las más de mil
personas que acudieron al mitin y que ya no cabían en el
polideportivo palmesano.
«Quiero un Gobierno como el que preside Jaume Matas en Balears y
no uno como el que había antes», aseguró Rajoy, quien se mostró
sorprendido de que haya quien quiera para España «el mismo gobierno
que fracasó en Balears». «No estamos para perder el tiempo ni para
hacer experimentos -dijo Rajoy- porque lo que aquí se decide es si
gobierna el PP o si lo hacen todos los partidos que ya han
anunciado que se van a poner de acuerdo».
Para el candidato del PP a La Moncloa, se trata de elegir entre
el PP o las políticas de desunión, de la polémica y de la vuelta
atrás. «Para España será mala una coalición desunida y sin un
modelo de Estado definido», afirmó. Añadió además que apostar por
él como candidato «no es jugar a la ruleta: yo no engaño a nadie ni
me voy a coaligar con gente rara».
No a un cara a cara
El líder popular, que previamente había celebrado mítines en
Menorca y Eivissa, se refirió también a la petición de debate que
le ha lanzado el número uno del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.
No le nombró en ningún momento, pero dejó claro que no aceptará un
debate con él. «Que no me pidan que haga el primo», dijo Rajoy
sobre este asunto, para añadir que él sólo realizará un debate con
todos los candidatos, que ya han anunciado que pactarán. Para Rajoy
el cara a cara «no responde a la realidad».
La corbata de lunares
El candidato del PP bromeó de nuevo con el peculiar traje que
Rodríguez Zapatero eligió para abrir la campaña electoral. «Se ha
puesto como un basilisco porque he dicho que iba con camisa negra y
con una corbata de lunares. Yo no me voy a meter con nadie porque,
como veo que la gente está estresada, lo que quiero es relajar el
ambiente».
Mariano Rajoy también aprovechó su intervención para criticar la
falta de un modelo definido en las filas socialistas. «Daría un
millón de euros por saber qué hará el PSOE con los impuestos porque
no tienen ninguna propuesta. No la tienen pero, si la tuvieran, la
tendrían que cambiar para ajustarla después por culpa del
pacto».
Frente a la falta de modelo de los socialistas, «que cambian en
función de los intereses de cada comunidad», el candidato del PP
contrapuso el programa del PP. «Quiero que los españoles me den su
confianza para aplicar un programa que sí es conocido», dijo. Entre
otras propuestas, Rajoy se comprometió a impulsar el cumplimiento
del Régimen Especial de Balears para compensar los costes que
genera la insularidad.
También anunció que el compromiso del PP es que, en el año 2010,
exista en España pleno empleo. Anunció que, en los próximos dos
años, se crearán dos millones de puestos de trabajo, se mantendrá
el equilibrio presupuestario y se incidará en las políticas de
rebaja de impuestos que el PP ha puesto en marcha en estas dos
legislaturas al frente del Gobierno.
«Tenemos preparación, tenemos las ideas claras, somos un partido
unido y podemos decir lo mismo en toda España», aseguró el
candidato del PP. Mariano Rajoy destacó que, si en 1996 las
principales preocupaciones de los españoles eran «el paro, el
despilfarro y la corrupción», gracias a los gobiernos del PP estas
preocupaciones han desaparecido.
El president del Govern, Jaume Matas, intervino en el mitin
antes de que lo hiciera Mariano Rajoy. Matas aprovechó parte de su
discurso para incidir en los mensajes que ya ha lanzado durante la
precampaña electoral. Aseguró que, si en la Cova de Ses Bruixes se
reunían hace años brujas de Cataluña, ahora son otros brujos, en
referencia a Carod-Rovira, los que repiten la historia.
Insistió en que el líder de ERC no es una persona bienvenida en
las Islas y le emplazó de nuevo a que no vuelva a hablar en nombre
de Balears. Afirmó que si el socialista Jesús Montilla no desea que
las cuestiones que afectan a Cataluña se decidan en Mérida y
Toledo, «tampoco nosotros aceptamos que las cuestiones que afectan
a Balears se decidan en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona».
También el president del Govern denunció las discrepancias
internas que existen en el PSOE cuando tratan de explicar el modelo
de Estado y advirtió de las consecuencia que tendría para España un
pacto como el de Balears en la pasada legislatura. «Esa medicina ya
la hemos probado -dijo el president Matas- y lo que no queremos
para Balears, tampoco lo queremos para España».
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