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LL. LORENZO
El conseller d'Educació, Francesc Fiol, admitió ayer que existen dificultades técnicas para aplicar, especialmente, una de las medidas lingüísticas que anunció el pasado 16 de enero. En concreto, Fiol aseguró que esta dificultad se encuentra en hacer «compatible» la aplicación del artículo 18 de la Ley de Normalización Lingüística (que recoge el derecho a escoger la lengua de aprendizaje de los alumnos), «con el decreto de mínimos», que obliga a que, como mínimo, la mitad de las horas de clase sean en catalán.

En este sentido, aseguró que «hay margen» para negociar y «consensuar» esta medida, aunque dejó claro que el Govern «no retirará» ninguna iniciativa de las anunciadas. Fiol hizo estas declaraciones en un descanso de la reunión de la mesa sectorial de Educación, en la que también participaron todos los altos cargos de la Conselleria y los sindicatos de la enseñanza.

Precisamente, las centrales de trabajadores fueron más allá que Fiol y afirmaron que la medida que quiere garantizar el derecho a escoger la lengua en que los alumnos aprendan a leer y a escribir no puede aplicarse ya que «vulnera el decreto de mínimos». Además, consideran que los alumnos de primaria que aprendan exclusivamente a leer y escribir en castellano no recibirán las horas de clases de catalán que la misma Conselleria quiere establecer para aplicar la Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza (LOCE). En estos aspectos coincidieron los representantes del sindicato mayoritario a la enseñanza, Biel Caldentey (del STEI-i) y de UGT, Maria Pons.