Balears elegirá cinco senadores: uno por Eivissa-Formentera,
otro por Menorca y tres por Mallorca.
Diez formaciones políticas presentan candidaturas al Senado por
Mallorca. A diferencia de lo que ocurre con el Congreso de los
Diputados, la elección para la Cámara Alta es nominal y directa. El
electorado recibirá en su casa -o deberá conseguir en su colegio
electoral- una papeleta con todas las personas que aspiran al
escaño. Por Mallorca se presentan 18. Casi todas las formaciones,
salvo Falange Auténtica y la Coalición Republicano-Socialista,
presentan a dos.
De confirmarse lo que ha sido habitual desde que se celebraron
las primeras elecciones generales en España en 1977, sólo dos de
las 10 formaciones que se presentan a estos comicios tienen
posibilidad de llegar a la Cámara Alta: PP y PSOE. El PP logró dos
escaños por Mallorca hace cuatro años y el PP, uno.
Que todos los partidos que se presentan a las elecciones, el PP
incluido, coincidan en la necesidad de reformar el Senado, muestra
a las claras que esta Cámara no termina de tener una función
precisa.
Nacida en el siglo XIX como una Cámara de los Estamentos (y
formada por próceres del reino, arzobispos, terratenientes y
«grandes de España»), la vigente Constitución le otorga un papel a
medio camino entre «cámara de segunda lectura», subsidiaria del
Congreso, y «cámara de las autonomías».
En otros países, el ejemplo más claro es Estados Unidos, el
Senado tiene atribuidas funciones similares a las de un tribunal de
Justicia y los resultados de sus comisiones de investigación pueden
acabar en procesamientos. Además, cualquier persona que tenga que
trabajar para la Administración tiene que someterse a un severo
interrogatorio. En Alemania, el Senado es verdaderamente la Cámara
de las comunidades o landers.
En España, y Balears no es la excepción, se ha utilizado esta
Cámara como refugio de políticos «ya amortizados» que pueden
culminar allí su carrera política. El PP presenta en esta ocasión a
dos políticos que ya lo han sido prácticamente todo: al ex alcalde
Joan Fageda y al ex secretario general del PP, ex teniente de
alcalde de Urbanismo y, hasta ahora, eurodiputado, Carlos Ripoll.
Uno de los candidatos de Progressistes per les Illes Balears es
Cecil Buele (PSM), que encabezó la lista al Congreso en las
elecciones generales de hace cuatro años.
El PSOE balear cumple a medias esa norma interna no escrita: de
un lado presenta a un ex conseller, a Joan Mesquida, pero de otro a
un político que un parte del partido, concretamente los socialistas
de Palma, quieren promocionar: el médico Joaquín Bellón. Como que,
salvo vuelco electoral, únicamente logrará el PSOE un escaño, la
duda es saber si Bellón se impondrá a Mesquida o al revés.
En la fotografía que ilustra esta página -realizada en la
réplica del teatro romano del Poble Espanyol- aparecen las personas
que presentan las cuatro formaciones más votadas en Mallorca. Pero
hay más opciones.
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