La economía balear crecerá este año por encima de 2003 pero
retrasará el inicio de una nueva fase de expansión, según afirmó
ayer el director del Centre de Recerca Econòmica, entidad
dependiente de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y Caixa de
Balears «Sa Nostra», Antoni Riera, quien anunció que el Producto
Interior Bruto balear (PIB) aumentó un 1 por ciento en 2003, frente
al 0,4 por ciento de 2002.
Riera afirmó que aunque Balears está en fase de recuperación,
existen «demasiadas variables en el aire» para realizar una
previsión certera sobre el crecimiento económico balear en 2004.
Entre estos factores, destacó algunos desequilibrios en las
economías americana y japonesa, la lentitud de la recuperación de
la economía europea -sobre todo la alemana-, los problemas del
sector exterior que apuntan en la economía española, así como el
posible impacto de los atentados terroristas de Madrid sobre la
demanda turística. «La seguridad es fundamental para un destino
turístico», destacó Riera.
En todo caso, el Centre de Recerca Econòmica confirma que la
economía de las Islas mantiene su tendencia al alza en el inicio de
2004, con un crecimiento del 1,3 por ciento interanual en el primer
trimestre, frente al 1,1 por ciento del último trimestre del año
anterior.
Balance de 2003
El sector servicios registró en 2003 un crecimiento del 0,9 por
ciento, frente al 0,3 por ciento del año anterior, motivado por el
incremento de llegadas turísticas. El turismo internacional aumentó
en Balears un 4 por ciento durante el año pasado (un 6,8 por ciento
el mercado británico y un 4,3 por ciento en el alemán), mientras
que el mercado español alcanzó una cifra récord con 1.6 millones de
llegadas, un 18,3 por ciento más que en 2002. En total, el número
de turistas creció un 6,6 por ciento mientras que las
pernoctaciones aumentaron un 2,7 por ciento.
Los ingresos turísticos, no obstante, registraron crecimientos
negativos como consecuencia de la política de ofertas aplicada por
los empresarios de alojamiento para incentivar la demanda,
circunstancia que ha provocado una reducción de los márgenes
empresariales y, en consecuencia, una menor aportación del sector
turístico al PIB balear.
La construcción, segundo motor económico balear, registró un
crecimiento del 1,3 por ciento en 2003, una décima más que en el
año anterior, como consecuencia de los efectos de la moratoria
urbanística, tal y como demuestra la caída del 32 por ciento en los
proyectos visados por el Colegio Oficial de Arquitectos de Balears.
El CRE considera que el levantamiento de la norma cautelar puede
marcar un punto de inflexión en la construcción residencial, tal y
como también podría sucederá en la obra pública tras el
espectacular crecimiento de la licitación, concretamente del 160,6
por ciento interanual en el primer semestre del año pasado.
Desde la perspectiva de la demanda, Antoni Riera anunció un
repunte de dos décimas del consumo privado en el cuarto trimestre
de 2003 y pronosticó que esta tendencia se mantendrá durante los
próximos meses, en función de los datos de la encuesta de
presupuestos familiares del INE y las de matriculaciones de
vehículos.
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