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Un grupo de padres ha criticado la «falta de atención médica» que sufrió un niño de 13 años el pasado sábado en las piscinas municipales de Son Hugo cuando, en una competición organizada por la Federación Balear de Natación, sufrió una indisposición en forma de mareos y taquicardia. El niño participaba en una prueba de 1.500 metros, pero, cuando llevaba recorridos unos 300, salió por sí mismo de la piscina, dando claras muestras de no encontrarse bien. Una de las madres que presenció el hecho relata que «acudió el socorrista a atenderle, pero se limitó a darle aire con un papel. El mismo socorrista reconoció que no tenía ningún aparato de oxígeno, por lo que se decidió llamar a la Policía Local, que a su vez requirió los servicios de una ambulancia. Entre una cosa y otra transcurrieron tres cuartos de hora».

Por su parte, Mauricio Rovira, gerente del Institut Municipal de l'Esports (IME), explicó que «la ley sólo nos obliga a tener un socorrista por cada número concreto de bañistas. En el IME tenemos un médico, que está en Son Moix, y si alguna federación nos lo solicita para sus competiciones en nuestras instalaciones, cedemos gratuitamente sus servicios, pero éste no ha sido el caso. Por lo que puedo saber, el socorrista, que evidentemente no es médico ni ATS, actuó correctamente».

Margalida Nicolau, presidenta de la Federación Balear de Natación, indico que «se trataba un control federativo de los que organizamos cada 15 días y para este tipo de competición no es obligatoria la presencia de un médico. La ambulancia trasladó el niño hasta nuestra mutua».