Comenzaron los actos con el tradicional «cercavila», que a modo de reclamo recorrió el Campus. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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El tiempo amenazaba con una lluvia inminente, motivo por el cual se retrasó durante algo más de una hora la «Diada castellera» que tuvo lugar ayer a mediodía al aire libre en el recinto de la UIB, escenario escogido para el desarrollo de los actos organizados por la colla castellera «Gambirots» con motivo de la «Setmana del món casteller». A pesar de todo, nada pudo con la ilusión y las ganas de la treintena de jóvenes universitarios que integran «Gambirots», que junto a los componentes de «Ganàpies», el grupo de la universidad de Cataluña, comenzaron los actos con el tradicionacercavila, que a modo de reclamo recorre el Campus haciendo sonar instrumentos como las grallas y los tabales.

Haciendo un alto en el camino delante del edificio del rectorado realizaron, a modo de presentación, varias «pilas», estructuras en las que un componente se superpone sobre otro alcanzando varias alturas. Daniel Munar, uno de los fundadores de «Gambirots», comentaba que «A diferencia de lo que pueda parecer, se producen menos lesiones haciendo estos castillos humanos que con otros deportes más habituales, siempre y cuando se siga la técnica adquirida a base de ensayos y mucho trabajo».

Acto seguido los componentes de ambas agrupaciones se dirigieron hacia el Propileu, lugar que albergaría su actuación estelar, en la que «Gambirots» realizó un 4 de 5 con aguja, o dicho de otro modo, estructura en la que la primera cifra corresponde a las personas que hay en cada piso y la segunda al número de pisos, un 3 de 5 y una torre de 5 con piña. Por su parte, «Ganàpies» formó un 2 de 5, un 3 de 5, donde una pérdida de equilibrio provocó una caída sin mayores consecuencias a la hora de descargar, y un pilar de cuatro.

Ana B. Llopis