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El torrente de sa Riera a su paso por el Museu Es Baluard empieza a recobrar un mejor aspecto después de la operación de limpieza a la que la están sometiendo operarios de Emaya. Tras innumerables denuncias y críticas por el estado de abandono en que se encontraba la zona, el Ajuntament de Palma ha reaccionado para lavar la cara a un torrente, que se asemejaba más a un vertedero incontrolado. En las primeras labores de limpieza, se han acumulado bicicletas abandonadas, mantas, cartones, latas de refrescos, sobre todo en las proximidades de la desembocadura. Las altas temperaturas habían contribuido a la mala imagen que ofrecía la zona, ya que las microalgas se acumulaban en el cauce y con ellas proliferaban los mosquitos. Durante varios días, sa Riera estuvo llena de suciedad orgánica provocada por el aumento de las temperaturas. Emaya aseguró que este incremento provoca a su vez el recalentamiento del agua, lo que crea unas condiciones óptimas para la aparición de microalgas y plantas acuáticas de superficie. Las tareas de limpieza contribuirán al retorno a la normalidad de la zona.