El aparato con el que se llevará a cabo el experimento fue
trasladado ayer mismo a Burdeos. El equipo de estudiantes de la UIB
(formado por los estudiantes Maria Tous, Carles Bona, Víctor
Huarcaya y Nico Piro), lleva experimentando desde octubre de 2003
en colaboración con el técnico de laboratorio José Luis Puerto y se
desplazará a Burdeos para probar, en un avión de la ESA, la
inestabilidad Richtmyer-Meshkov (RMi). Para cada experimento se
realizan dos vuelos de tres horas en los que el avión lleva a cabo
treinta parábolas y, en cada una, la tripulación tiene veinte
segundos de ingravidez.
El objetivo de este experimento es visualizar la inestabilidad
de RMi de los fluidos incompresibles en microgravedad. Montserrat
explicó que durante el vuelo parabólico el avión se sitúa en una
trayectoria que proporciona la caída libre (ingravidez) y que esta
sensación de gravedad cero es la misma que experimentan los
astronautas en misiones orbitales. En cada maniobra el avión
comienza con una ascensión con ángulo de 45 grados respecto a la
horizontal y cuando llega a cierta altitud se paran los motores y
sigue una trayectoria en parábola. Para realizar este experimento,
los estudiantes han sido sometidos a exámenes médicos en Barcelona
y antes de cada prueba deberán medicarse con fármacos contra el
mareo.
Por su parte, el estudiante Víctor Huarcaya señaló que el
entorno de microgravedad del vuelo parabólico permite una
oportunidad única de analizar el proceso completo de inestabilidad
desde la fase lineal hasta la transición a la turbulencia. Esta
inestabilidad resulta importante en varios campos como la
astrofísica y combustiones a grandes velocidades. También es uno de
los grandes problemas que actualmente limitan el avance en el
proceso de la fusión nuclear.
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