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Desde hace cinco años y durante el mes de julio las instalaciones deportivas de la UIB abren las puertas a las «Estades Ludicoesportives», diferentes actividades deportivas, de expresión corporal, talleres de contenidos culturales y artísticos, así como excursiones y sólo para niños de entre 3 y 12 años. Está organizado por el vicerectorado de Projecció Cultural i CampusEsport de la Universitat de les Illes Balears, bajo la coordinación de Pere Palou, Doctor en Ciencias de la Educación.

Este año se han matriculado 251 niños que están acompañados por 32 monitores, por lo que cada cinco niños hay un monitor para que estén mejor controlados. No se trata de voluntarios sino que hay nueve profesores de Educación Física y el resto son todavía estudiantes de Magisterio o alguna otra carrera. Todos ellos han sido elegidos tras una minuciosa selección.

Los niños se lo pasan en grande jugando con los nuevos amigos y con sus monitores. Lo más importante, según Pere Palou, no es iniciarles en algún deporte, sino que jueguen y se diviertan a la vez que hacen actividades físicas. Los pequeños empiezan a llegar al campus a partir de las 8 de la mañana, aunque las actividades no empiezan hasta las 9:30, para terminar de despertar a los niños, a pesar de que a esa hora ya están corriendo, saltando y gritando de alegría porque falta menos para lo que más les gusta, ir a la piscina. Para poder realizar los juegos de agua con mayor seguridad los niños se dividen en dos grupos. Uno con los niños de 3 a 6 años y otro grupo con los más mayores. Mientras los primeros se bañan, los otros se divierten en el Taller de Jocs Populars de les Illes Balears, cuyo objetivo es enseñar a los niños los juegos más tradicionales, como saltar a la comba o el patito inglés, que al parecer los niños no los conocían.

Este proyecto, que se pensó en un principio para poner en práctica las teorías del Doctor Palou, está teniendo mucho éxito ya que cada vez son más los niños que se apuntan, ya que según él: «El primer año se inscribieron cuarenta alumnos y este verano ya somos 251». Mireia, de 4 años, es el segundo verano que pasa en las Estadas Ludicoesportivas, dice, muy tímida, que lo que más le gusta es «jugar con mis compañeros». Neus también tiene 4 años, y ella prefiere los juegos de piscina y quedarse a comer.

El precio mínimo es de 295 euros al mes, que puede variar según las actividades complementarias, como guardería o comedor. Los niños lloran el primer día porque no se quieren quedar y el último lo hacen porque no se quieren ir.

Jéssica Hernández
Fotos: Pere Bota