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Casi 400 jóvenes protagonizaron ayer la ceremonia de graduación de la Universitat de les Illes Balears, un momento importante que marca el final de su etapa estudiantil, en muchos de los casos, y el inicio de la actividad laboral.

Los jardines de Son Lladó, en el campus de la Universitat, fueron el escenario de la ceremonia de graduación del curso 2003-04 con la participación de unos 400 alumnos -casi cien más que el año pasado-, que han terminado con éxito sus estudios y de sus familiares y amigos.

El acto se inició con la llegada de la procesión académica, formada por el Claustre de la UIB, con los símbolos que representan a la institución académica y con los académicos con sus birretes y sus vestidos de diferentes colores, según los distintos estudios que simbolizan, acompañados por la interpretación musical de «Trumpet Tune» de Jeremy Clark.

A continuación, el estudiante Pere Soberats, licenciado en Biologia, fue el encargado de pronunciar el parlamento de graduación en representación de todos sus compañeros. El alumno instó al equipo rectoral a luchar para que «la UIB sea una de las primeras universidades del Estado». Entre los retos que faltan por lograr, enumeró la construcción de la biblioteca central, incrementar la oferta de estudios o solucionar el problema del transporte al campus y la masificación de coches en el mismo.

Tras sus palabras, muy aplaudidas por los presentes, se procedió a la entrega de títulos de graduación de los estudiantes que, a medida que eran nombrados, se acercaron a la mesa -presidida por el rector, Avel.lí Blasco y el conseller d'Educació i Cultura, Francesc Fiol- para recoger sus diplomas.

También se entregaron los premios extraordinarios de licenciatura de la UIB a catorce estudiantes por sus brillantes expedientes académicos y el premio de la Càtedra Fundació Mapfre al alumno Miquel Martínez Ledesma. Asimismo se otorgaron los títulos de graduación de la Escola d'Hoteleria y los diplomas acreditativos del examen Eurhodip (Asociación Europea de Escuelas de Hotelería).

Ya en la parte final del acto, el conseller d'Educació tomó la palabra y se comprometió a mejorar la financiación. «El próximo curso tendremos más recursos para docencia e investigación», aseveró Fiol.

Por último, el rector de la Universitat abogó por la formación continuada y negó que la reforma del Reglamento académico suponga una merma de calidad «sino que se ha flexibilizados para adaptarse a las nuevas necesidades». Recordó un estudio según el cual la tasa de paro de los titulados de la UIB es del 2%, frente al 10% de media nacional.

A la ceremonia, que contó con la participación de cerca de mil personas, asistió la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer; el presidente del TSJB, Antoni Terrassa; el presidente de la Reial Acadèmia de Medicina de Balears, Alfonso Ballesteros, y el ex presidente del Govern de Andorra y doctor honoris causa de la UIB, Oscar Ribas.

El acto concluyó, como manda el protocolo, con la interpretación del «Gaudeamus Igitur» por parte de las corales de la UIB, tras lo cual se celebró una fiesta para los estudiantes y sus familias.