Tres ministros fueron los encargados de inaugurar el tres de
mayo de 1964 un hotel que marcaría un antes y un después tanto en
la estructura arquitectónica de la época como en el turismo. Uno de
ellos, el por entonces ministro de Información y Turismo, Manuel
Fraga Irribarne, descubrió la placa. Se trataba del hotel número
1.000 de Baleares, un número mágico que traía consigo una larga
época de esplendor. Cuarenta años después, el Hotel Meliá de Mar
vive su segunda etapa de triunfo.
Bajo una arquitectura puntual, original y pionera, el hotel
ubicado en Illetes veía la luz de la mano del arquitecto de
prestigio internacional José Antonio Coderch de Sentmenat. El
edificio consiguió aunar dos líneas de trabajo: incorporó
volumetrías simples, blancas, inspiradas en la arquitectura popular
del mediterráneo en contraste con la plaqueta de cerámica vidriada,
las barandillas de cristal y la celosías de madera. La familia
Buadas, accionistas mayoritarios de Hoteles Federados, encargó la
construcción de este edificio. Hasta 1969 fue propiedad de esta
cadena, hasta que ese mismo año Sol Meliá, a la sazón Hoteles
Mallorquines, lo alquiló y en 1970 lo compró definitivamente. La
calidad del proyecto de Coderch ha permitido que el edificio se
haya mantenido sin alteraciones durante muchos años; sólo han sido
precisas varias reformas. El edificio es de interés público del
ajuntament de Calvià, por lo que no se puede modificar el concepto
arquitectónico del mismo, ni exterior ni interiormente, sólo se han
modificados aspectos decorativos.
El momento más difícil que ha tenido que superar el hotel fue en
1973 cuando se produjo la crisis del petróleo que tambaleó los
mercados turísticos. Por el contrario, la época de euforia, a parte
de la actual, la vivió entre el 64 y el 74, cuando hubo una gran
afluencia de clientes ilustres. En febrero del 65, el rey Sahud de
Arabía Saudí alquiló dos plantas del edificio para él y su séquito
de 80 personas. El barón Philippe de Rotschild, el dirigente
político Moisés Tshombe, quien fue secuestrado en la Isla; la
duquesa de Alba, artistas como Masiel, Maurice Chevalier y Sandie
Shaw, su Alteza Real Doña Ana María de Grecia, ... son algunos de
los clientes ilustres que han pasado por este edificio. Fue el
primer establecimiento que se comercializó como hotel «khosher», es
decir toda la gastronomía que se servía era judía.
Para celebrar este cuarenta aniversario, el hotel celebrará en
otoño un acto conmemorativo con los empleados y durante este verano
una serie de cócteles con los clientes.
Samantha Coquillat
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.