Algo único

Un viaje que ella describe como «impresionante, largo y muy duro», pero asegura que lo volvería a repetir. Su mejor experiencia es haber conocido a gente de todas partes: «Ahora sé que tengo una casa allí donde vaya, en cualquier parte del mundo».

El vuelo llegó con dos horas de retraso. Familiares y amigos la esperaban inquietos y emocionados con una gran pancarta de bienvenida. Sus padres, muy nerviosos, contaban que a Marina le ha gustado la aventura desde siempre y que cuando era pequeña ya participó en los scauts. «Los scauts la han entrenado para que supere los obstáculos de la naturaleza», nos contaba su madre, impaciente por ver a su hija. Dice que no han tenido problemas de comunicación con ella. Han estado tranquilos y, aunque alguna vez su hija les contaba que habían sido atacados por abejas africanas sus padres no se preocupaban, ya que sabían que estaban en buenas manos.

Ha tenido experiencias buenas, como haber conocido a muchísima gente, pero también otras no tanto que asegura le costará olvidar, como una vez que estuvo a punto de coger a una serpiente venenosa, pero que el instinto le hizo retroceder.

Ha sido un viaje muy completo. En México ascendieron a los principales volcanes y visitaron las principales bellezas naturales. A su llegada a España visitaron Granada, Toledo, e incluso La Mancha, donde contemplaron los magníficos molinos que inmortalizó Cervantes. El viaje continuó hacia Huelva, donde se embarcaron en el buque Galicia de la Armada; hicieron dos paradas en Oporto y Lisboa y después llegaron hasta Santiago, donde ganaron el Xacobeo. El último acto del viaje fue la entrega de diplomas, el día 29 de julio, en San Lorenzo del Escorial, ceremonia presidida por el rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa; el director de comunicación del BBVA, Javier Ayuso; y el impulsor del proyecto, Miguel de la Quadra. Marina ha llegado con la mochila llena de experiencias.

Jéssica Hernández
Fotos: Joana Pérez