La consellera d'Agricultura i Pesca, Margalida Moner, y el director
general de Pesca, Miquel Àngel Calviño, mantuvieron en días pasados
una reunión con el director general de Caladeros del Ministerio,
José Manuel Sánchez, y representantes de la Junta de Andalucía y de
las cofradías de pescadores de Cartagena, Carboneras (Almería) y
Balears para evitar los perjuicios causados por flotas peninsulares
en la pesca de la llampuga en Mallorca y de la langosta blanca en
Pitiüses.
Barcos marrajeros (dedicados al pez espada) y de palangre de la
Península causan daños en las redes y otras artes que utilizan los
pescadores de Balears para capturar la llampuga y la langosta
blanca. Las temporadas de estas dos especies coinciden a lo largo
de septiembre, octubre y noviembre. La reunión sirvió para tomar
medidas que eviten perjuicios a la flota balear. Para la llampuga
se acordó facilitar a los pescadores de la Península un listado de
las posiciones donde los profesionales de Mallorca se dedican a
capturar esta especie, mientras que las artes de pesca de la
langosta blanca serán delimitadas con luces y banderas. Con ello se
pretende impedir que las flotas peninsulares calen en las zonas
donde faenan los pescadores de Balears.
El Govern incrementará los controles y las inspecciones,
mientras que las cofradías peninsulares se comprometieron a
informar a sus pescadores sobre las condiciones para faenar en
Balears. El incumplimiento de éstas puede acarrear la imposición de
multas e, incluso, la retirada temporal de licencia.
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