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Estamos ante un fin de semana de bodas. Dos en concreto. La de la hermana menor de Rosario Nadal y la de la hija del decorador e interiorista Toni Obrador. La pequeña de la saga de los Nadal Puigdorfila, cuya despedida de soltera seguramente tuvo lugar anoche, en la casa que su hermana tiene en Porreres, se casa en la iglesia de San Nicolás de Palma. Se esperan numerosos invitados, entre ellos alguna cara conocida. Los miembros de la Familia Real están repartidos entre Atenas y la Isla, ya que ayer mismo veíamos a los príncipes de Asturias pasear por el centro de Palma, por lo que no se descarta que alguno de ellos se pase por la boda.

Por su parte, Toni casa a su hija, nacida de su matrimonio con la farmacéutica Planas, en la parroquia de Santa María y celebra el convite en Enderrocat, en lo que dentro de año y medio será Hotel Fortaleza de Enderrocat, otra bateria de Artillería de Costa y antes que eso -hasta 1962- base de instrucción de reclutas, por lo cual a algunos de los seiscientos invitados que acudan al enlace puede que les recuerde viejos tiempos. Seguro que más de uno habrá conocido el fortín vestido de caqui y marcando el paso.

Toni Obrador, que prácticamente no sale del fuerte ultimando la zona que ha sido restaurada para la ceremonia, nos contaba que se lo va a tomar con calma a partir de septiembre. El hotel, o mejor eresort, pues terminará siendo eso, será uno de los mejores de Europa y estará entre la élite mundial, y si no, al tiempo. Conservando gran parte de lo que fue, del resto se encargará Toni. Ya decimos, de momento sólo su mano ha alcanzado a recuperar la fachada, el túnel donde estaba el cuerpo de guardia, el foso que rodeada el fortín y el pabellón central según se baja por la escalera.

Pedro Prieto