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Finalmente, han sido retiradas las algas acumuladas en la playa de Can Pastilla y en el primer tramo de la Platja de Palma.

Si bien empieza a ser reconocido el beneficio que suponen las algas para la conservación de la arena, también es verdad que playas de uso masivo como las mencionadas, tanto por residentes como por turistas, no pueden presentar concentraciones tan importantes de restos de posidonia en pleno agosto.

El alga es un elemento natural, pero puede resultar molesto. Bañistas de Can Pastila y del primer tramo de la Platja de Palma ya reclamaban que, sin dañar el arenal, las algas fueran retiradas, tal como se hace en otra playa muy próxima, la de Cala Estància. Resultaba sorprendente que playas tan cercanas ofrecieran una imagen tan distinta tanto a los residentes como a los extranjeros que visitan el litoral palmesano y que se dejan impresionar por la primera imagen que les ofrece la costa.

Al contrario de lo que se suele creer, las algas no son «suciedad», sino restos de posidonia muerta. Su acumulación en las playas representa el principal elemento de conservación de la arena. Ahora bien, la putrefacción de la posidonia en playas muy concurridas puede resultar molesta por los malos olores que desprende. Los científicos recomiendan no retirar el alga hasta el verano y no utilizar excavadoras, que causan pérdidas importantes de arena.