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EFE-LL.L.
El año pasado se instalaron en Balears 45.863 personas que procedían del resto de España y 46.841 ciudadanos abandonaron las Islas para vivir en otras comunidades autónomas, lo que representa para el archipiélago un saldo negativo de 978 personas, hecho que no se producía desde, al menos, 1993.

Según expone el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su último informe de variaciones residenciales, el saldo migratorio nacional venía siendo positivo en Balears desde hace diez años.

Así, mientras hace dos años la inmigración interior fue casi un 12 por ciento superior a la emigración a otros lugares de España, el año pasado la salida de residentes superó en un 2,1 por ciento a la llegada de nuevos ciudadanos.

Además, de acuerdo con los datos del INE sobre 2003, el saldo migratorio interior fue negativo en Balears tanto en lo que se refiere a los ciudadanos españoles (-888) como en el contingente de extranjeros (-90).

Esta situación es inédita en Balears en el último decenio, en el que las mayores diferencias positivas entre la inmigración y la emigración a otras comunidades autónomas se produjeron en 2000 (11.127), 1999 (10.931) y 1998 (9.979).

Ocho regiones españolas, además de las dos ciudades autónomas, comparten con el archipiélago balear la situación de contar con un saldo migratorio interior negativo en el 2003, lo cual fue especialmente acentuado en Madrid (-27.856), Castilla y León (-5.017) y Galicia (-3.627).

Por contra, en ocho comunidades autónomas los inmigrantes interiores superaron en número a los emigrantes.