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La Jefatura Provincial de Tráfico de Balears, a través de la Guardia Civil, ha realizado durante el mes de julio un total de 119.656 controles de velocidad en las carreteras de las Islas, un 22'49 por ciento más que en el mismo mes del año anterior, de los que 4.239 han generado las mismas denuncias por exceso de velocidad, lo que supone un crecimiento del 66'43 por ciento respecto a las interpuestas en el mes de julio del año pasado.

La Guardia Civil realizó además 7.152 pruebas de alcoholemia durante el mes de julio, lo que implica un incremento del 23'06 por ciento respecto al mismo periodo de 2003, de las que 351 resultaron positivas y generaron las correspondientes denuncias, que aumentaron un 21'87 por ciento sobre 2003.

Campaña de verano
La Jefatura Provincial de Tráfico se ha marcado como objetivo triplicar o al menos duplicar el número de controles de velocidad y alcoholemia respecto a la programación habitual durante los dos meses de vigencia e la campaña de seguridad en las carreteras, iniciativa que prevé el control de uno de cada veinte conductores en las Islas.

El jefe Provincial de Tráfico, Francisco Ruiz de Peralta, ya informó que el cumplimiento estos objetivos, marcados por la Dirección General de Tráfico a nivel nacional, dependerá de la capacidad operativa de la Guardia Civil, encargada de vigilar las vías interurbanas de las Islas, a los que habrá que sumar el número de pruebas de alcoholemia realizadas por las distintas policías locales.

El programa de fomento de la seguridad en las carreteras, vigente durante meses de julio y agosto, se ha traducido en el establecimiento de controles de velocidad y alcoholemia en puntos «no habituales» de la red viaria de Balears. En Mallorca se han priorizado las autopistas y autovías; en Eivissa la carretera que une las localidades de Eivissa ciudad y Sant Antoni, mientras que en Menorca se priorizará el control de la carretera de Maó a Ciutadella, sin prejuicio de otras vías rápidas o carreteras de gran afluencia de vehículos.

La Guardia Civil ha informado en muchos casos de forma previa a los conductores de la proximidad de un control, sobre todo de radar, mediante señalización luminosa o la utilización de los paneles informativos instalados por el Consell.

Tráfico ha solicitado colaboración a los ayuntamientos para aumentar el control en zonas urbanas, especialmente sobre motos y ciclomotores.