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La Delegación de Gobierno ha otorgado 4.000 permisos de trabajo y residencias a inmigrantes de Balears desde que el pasado mes de julio pusiera en marcha el denominado «plan de choque» para desatascar el proceso de regularización de los extranjeros «sin papeles», según anunció ayer el delegado Ramon Socias. Ese ritmo de actividad permitirá reducir, prácticamente, a cero el volumen de expedientes de esa naturaleza en diciembre, dijo Socias, quien cifró entre 12.000 y 15.000 la cifra de inmigrante «sin papeles», y de 80.000 los que ya están regularizados.

El delegado de Gobierno participó en una «cumbre» celebrada por entidades que representan a los inmigrantes en la sede de la Delegación con el objetivo de que aporten alegaciones al nuevo reglamento que desarrollará la Ley de Extranjería. Estuvieron presentes, entre otras entidades, Cáritas, la Fundación Patronato Obrero, Cruz Roja, representantes de los sindicatos CC OO, UGT y USO y diversas asociaciones de inmigrantes. El delegado dijo que el borrador del nuevo reglamento es un texto «abierto» y que se pretende, con este encuentro, que recoja las necesidades «reales» del colectivo de inmigrantes en Balears.

Consideró «muy restrictivo» el actual reglamento y apuntó que, aunque el nuevo «está basado en la misma ley que hay en vigor», se intentará dar soluciones a las «situaciones reales» que viven los inmigrantes. Reconoció que hay aspectos que serán «difíciles de mejorar» como el arraigo de los inmigrantes en el país, una de las cuestiones que plantearon los colectivos presentes en el encuentro. En este sentido, dijo, el último reglamento «asustó» a algunos inmigrantes porque pensaban que el empadronamiento era una medida de control y afirmó que ahora se deben «buscar otros medios» aparte del empadronamiento, para que los inmigrantes demuestren su arraigo. También, calificó de «importante» acabar con la explotación de personas «sin papeles».