La consellera de Obres Públiques, Mabel Cabrer, recalcó ayer que es
imposible desde el punto de vista técnico y económico mantener el
servicio de tren en la Plaça d'Espanya mientras se realizan las
obras de soterramiento. Tanto Cabrer como Carlos Jover, director
general d' Obres Públiques, explicaron que mantener operativa la
estación en el centro de Palma y no suspender el servicio de forma
provisional hubiese obligado al Govern a expropiar edificios de
viviendas en las proximidades de las vias del tren y, a la vez,
realizar cambios en el trazado de la via de cintura.
«Mantener el servicio en la Plaça d'Espanya es utópico y no
tiene ningún sentido», recalcó Jover. Cabrer subrayó que el coste
económico por mantener el servicio ferroviario en la actual
estación «era desmesurado, inviable y no tiene ningún sentido,
aunque sería lo más cómodo para el Govern». Jover explicó las
razones técnicas que impiden mantener la estación en la Plaça
d'Espanya. Entre otras cuestiones, Jover planteó que modificar el
trazado del tren obligaría a construir puentes en Palma de forma
provisional, cortar calles en Palma durante dos años y expropiar
bloques de viviendas para buscar espacio por donde transcurriese el
tren.
A pesar de la interrupción del servicio, Cabrer pronosticó que
la interrumpción del servicio no significará una reducción del
número de usuarios. «Lo más cómodo para mi departamento sería no
afrontar esta obra, pero es muy necesaria para Palma y para
Mallorca; es un asunto que me quita el sueño», afirmó la
consellera. Cabrer detalló que en estos momentos ha comenzado una
encuesta para conocer las necesidades de transporte de los usuarios
del tren y planteó que el recorrido entre Son Fuster y el centro de
Palma podrá hacerse en unos 9 minutos en horas punta.
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