La sociedad explotadora de la cadena hotelera Green Oasis, Green
Service SA, presentó el pasado viernes concurso de acreedores
(suspensión de pagos) en el Juzgado de lo Mercantil de las Palmas
de Gran Canaria, con el fin de evitar la solicitud de embargo de
las entidades financieras, a las cuales la explotadora adeuda 24
millones de euros.
El consejero delegado de Green Service, Miquel Vicens, indica
que la esta medida legal «se ha producido para evitar la suspensión
de la actividad empresarial. El concurso de acreedores se ha
solicitado para reordenar los pagos y restablecer la normalidad en
la empresa. Tenemos un año para levantar la suspensión de pagos,
pero confíamos en que en dos o tres meses tengamos solventado toda
la deuda pendiente».
Once hoteles
La cadena cuenta con once establecimientos, dos de ellos en Eivissa
y uno en Mallorca (Cala Millor). De los once establecimientos, tres
los tiene en propiedad, cuatro en alquiler y cuatro en management.
«Los activos totales con los que contamos, entre bienes y derechos,
asciende a 66 millones de euros, mientras que el pasivo, entre
deudas bancarias e hipotecas, alcanza los 24 millones de euros.
Añadir que no hay ninguna deuda contraída por pagos pendientes a
trabajadores, Seguridad Social y a Hacienda, de ahí que nuestras
previsiones sea de levantar el concurso de acreedores en el menor
tiempo posible y a la mayor brevedad», puntualiza Vicens.
El motivo principal por el que se ha instando el concurso de
acreedores, según el consejero delegado de Green Service, «ha sido
el estrangulamiento financiero al que nos hemos visto sometidos. En
estos años hemos realizado fuertes inversiones de renovación de los
hoteles, pero frente a esto a no ha habido una actitud tranquila
por parte de determinadas entidades financiera, lo que ha
propiciado el estrangulamiento financiero. Ahora, será el juez el
que mire cómo se paga la deuda pendiente de forma ordenada,
mediante la venta de activos o mediante la actividad hotelera.
Todos los hoteles están funcionando al cien por cien y están
llenos, en lo que respecta a Canarias, puesto que los dos hoteles
de Eivissa y el de Mallorca serán cerrados próximamente, como
hacemos cada año por estas fechas».
Vicens insiste en que esta medida se ha adoptado como mera
precaución: «La empresa funciona normalmente, pero hemos querido
evitar embargos de los bancos. Tenemos una situación saneada, salvo
las deudas bancarias, que son las que nos han estrangulado la
actividad empresarial en estos momentos. El objeto del concurso de
acreedores es solventar la deuda, que la empresa mantenga su
actividad y que todo vuelva a la normalidad», afirma Vicens.
Para evitar cualquier daño de imagen al Fomento del Turismo de
Mallorca, entidad que preside, Vicens ha dejado en manos de los dos
vicepresidentes del Fomento, Pere Cañellas (Federación Hotelera de
Mallorca) y Jaume Bauzá (Aviba), la decisión de seguir como
presidente, que el próximo año cumplirá su centenario.
«He informado a los vicepresidentes y al gerente de la entidad,
Bartomeu Deyá, y les he dicho que si consideran aconsejable mi
marcha del Fomento, me iré», apuntó.
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