Los tunos realizaron su tradicional ronda de la Nit de les Verges, cantando canciones a las chicas. Foto: LAURA FARIÑAS/JULIÁN FAJARDO

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Los jóvenes y no tan jóvenes salieron ayer por la noche y por sus barrios para cantar canciones de amor, comer buñuelos y tomar vino isleño. Todo ello para celebrar la Nit de les Verges y cumplir así con una tradición muy antigua que se remonta a los primeros años del cristianismo. Uno de estos grupos que salió fue la tuna de la Universitat de les Illes Balears (UIB), cuyo fundador es Antonio Martínez. Esta tuna, fundada en 1985, comenzó ayer su recorrido en la UIB y siguió por Palma y s'Arenal, finalizando en la calle Sancho Rey de Palma.

Durante esta ronda, los tunos cantaron canciones típicas como «Clavelitos», «La Compostela» o «Santa Cruz». Los buñuelos, en todas su variedades, la mistela, las flores, claveles y rosas, protagonizaron una noche muy arraigada en Mallorca. En Palma, la altura de los edificios hace difícil las serenatas en la calle, aunque los jóvenes se las ingenian para hacer llegar sus canciones a las chicas a las que visitan.

Por otro lado, el trabajo de los pasteleros aumenta considerablemente en estos días, debido a los numerosos buñuelos que realizan, sobre todo rellenos de crema, nata y trufa. La cantidad de buñuelos producidos es inmensa para que nadie se quede sin los dulces típicos de este día. Los chiringuitos de buñuelos de viento, como el que hay en la calle Sant Miquel, presentaron ayer largas colas.

Samantha Coquillat