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«Los expedientes deontológicos en la profesión han experimentado un aumento más que considerable, pero hay que tener en cuenta de que la profesión se ha masificado muchísimo en los últimos años», afirmó ayer el presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, que se desplazó a Palma para asistir a la presentación del libro escrito por Román Piña Homs «Los abogados de las Baleares y su defensa corporativa».

El acto, organizado para celebrar el 225 aniversario de la fundación del Colegio de Abogados de Balears, contó con la presencia del presidente del Govern, Jaume Matas, la presidenta de Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, el delegado del Gobierno en Balears, Ramon Socias, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB), Antoni Terrasa, y el fiscal jefe de las Islas, Bartomeu Barceló. Todos ellos fueron recibidos por el decano del Colegio de Abogados, Joan Font, y el autor del libro. Carnicer dijo que el aumento de las sanciones disciplinarias «se corresponde más con el incremento considerable del número de abogados, que con unas faltas deontológicas cometidas por los abogados en sus actuaciones profesionales».

«La legislación española ha traspuesto la Directiva de blanqueo de capitales respetando absolutamente el derecho que tienen los ciudadanos al secreto profesional de los abogados y procuradores. Nuestro Gobierno ha sido consciente que una buena defensa debe ejercerse desde el secreto profesional, al igual que los periodistas, que tiene el suyo, porque las funciones constitucionales sobre derechos fundamentales de las respectivas profesiones no servirían de nada sin ese secreto», añadió.