Tenía muchas ganas de aprender nuevos conocimientos y de que mi
mente no se atrofiara». Antonia Oliver, de 69 años de edad, es una
de las 363 personas que acuden a la Universitat Oberta per a Majors
(UOM) y describe así su motivación principal a la hora de apuntarse
a estos cursos. La UOM se creó hace ya ocho años y empezó siendo un
ciclo de conferencias pero, debido a las solicitudes de las
personas mayores, pronto se convertiría en estudios superiores.
Este año, es la primera vez que ofrece un título propio de
formación básica de la Universitat de les Illes Balears. La UOM
presenta dos tipos de estudios: el primero, de tres años, con el
cual los alumnos reciben el diploma senior y el segundo, de dos
años más, con el que consiguen el diploma senior superior. El
sistema de estudios es similar al de la universidad, así los
estudiantes tienen materias obligatorias, optativas, además de
talleres como el de «Entrenem el cervell» o «Estratègies
d'aprenentatge» y asignaturas de estudios reglados de la UIB. En
cambio, la evaluación es distinta porque no tienen exámenes, sino
que para pasar de curso sólo es necesaria una asistencia del 80 por
ciento y la entrega de unos trabajos para conseguir el
correspondiente diploma.
Maria Antònia Manassero, directora de la UOM, señala que los
alumnos que acuden son personas que «quieren seguir formándose y
seguir activas mentalmente». La edad de estos estudiantes oscila
entre los 55 y los 80 años. Manassero asegura que trabajar con
ellos es muy gratificante porque «son personas con una gran
experiencia, muy participativas y que no han perdido su juventud ni
las ganas de vivir. Ellos no se consideran viejos, ni yo tampoco,
son personas mayores que mantienen la inquietud y el interés». El
nivel de estudios va desde personas sin estudios pero con cultura
hasta notarios o médicos que quieren ampliar sus conocimientos. En
estos momentos, la UOM tiene cuatro cursos con materias varias como
informática, historia, economía, derecho, biología, astronomía,
dietética, química y política, entre otras. Además, en cuarto
curso, los estudiantes pueden elegir entre tres itinerarios: el de
Humanidades, el de Ciencias Sociales y Jurídicas y el de
Ciencias.
Antonia Creus, alumna de segundo, de 69 años, decidió apuntarse
a la UOM porque de pequeña no tuvo la oportunidad de estudiar y
«ahora me hace ilusión, quiero ampliar mis nociones». Por su parte,
Juan García, de 62 años, dice que se lo toma como un hobby, «tenía
nostalgia del estudio». Francisca Vivien Y José María Gutiérrez, de
cuarto curso, querían ampliar su cultura. «Me parece una iniciativa
muy positiva, presenta un programa bastante adecuado a nuestras
posibilidades», señala José. En cuanto al trato que reciben por
parte de los jóvenes estudiantes de la UIB, señalan que es bueno,
«nos conocen como los abuelos», afirma Juan. Para llevar a cabo las
clases, se han tenido que adaptar las aulas con micrófonos para las
personas con problemas auditivos y con proyectores para los que
tiene deficiencias visuales. Además, la sede de la UOM se encuentra
en el edificio Jovellanos porque tiene rampas y favorece el acceso
de estas personas a las instalaciones.
Samantha Coquillat
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