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Una «deslealtad» que puede dar al traste con cualquier posibilidad de diálogo entre el Govern y el principal partido de la oposición. Así valoró ayer la portavoz socialista Francina Armengol el plan de inversiones municipales aprobado hace una semana por el Ejecutivo de las Islas.

El plan de subvenciones a los ayuntamientos de Balears para que impulsen proyectos de desestacionalización turística se ha convertido ya en un elemento más de discordia.

Los socialistas acusan al Ejecutivo de «actuar con sectarismo» y de favorecer las corporaciones afines.

Los ediles socialistas se reunieron ayer para rechazar el plan mientras que el Govern mantuvo que, proporcionalmente, los ayuntamientos socialistas salen más beneficiados que los del PP. Joan Flaquer, portavoz del Ejecutivo y conseller de Turisme, responsabilizó, en cualquier caso, a los propios ayuntamientos.

Tras una reunión con representantes municipales socialistas para analizar el plan propuesto por de Turisme, Armengol instó al Ejecutivo autonómico a que gobierne «por igual a todos los ciudadanos, independientemente de donde vivan», y advirtió de que, si el PP no corrige esta «deslealtad», «no habrá ninguna posibilidad de acuerdo con el PSOE». «Nosotros entendemos la política desde el pacto y el entendimiento, pero el Partido Popular la entiende desde el sectarismo, lo que es absolutamente detestable en una sociedad democrática», declaró Armengol, quien indicó que el plan de construcción de residencias para la tercera edad presentado recientemente por el Govern beneficia también a los municipios gobernados por el Partido Popular.