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La decisión del Ajuntament de Palma de no realizar el soterramiento de la autovía en el tramo de la fachada marítima -uno de los planes estrella de Cirer para esta legislatura- supone el incumplimiento de una de las prescripciones que impuso el Consell de Mallorca para dar el visto bueno a toda esta operación urbanística. La Comissió Insular d'Urbanisme aprobó este ambicioso plan urbanístico del Ajuntament con la condición de que se soterrara el tráfico en la autovía de Llevant, con el fin de no crear más problema a la ya de por sí congestionada red viaria de Palma. El teniente de alcalde d'Urbanisme del Ajuntament de Palma, Javier Rodrigo de Santos, reconoció que el Consell aprobó la modificación del PGOU con esta prescripción, pero afirmó que no habrá problemas dado que el Ajuntament no tiene previsto modificar el proyecto inicial.

Rodrigo de Santos aseguró que, de hecho, el soterramiento se mantiene en el proyecto, si bien a largo plazo, dado que, en esta legislatura, resultará prácticamente imposible conseguir la financiación de los casi 80 millones de euros que costaría el proyecto. El responsable d'Urbanisme del Ajuntament aseguró que la intención del equipo de gobierno es acometer la obra por fases, de forma que en un primer momento se ejecutaría la urbanización prevista y, en la segunda fase, cuando se consiga el dinero, se acometerá el soterramiento.

Rodrigo de Santos explicó que la decisión de no soterrar la autovía de Llevant no dejará el proyecto urbanístico a media, ya que todo el tramo de carretera comprendido entre la Vía de Cintura y la catedral se transformaría en una vía urbana, con la instalación de semáforos y pasos de cebra. Para Rodrigo de Santos, esta organización de la autovía ralentizará el tráfico y permitirá conectar urbanísticamente la actual autovía con el Passeig Marítim.