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El Ajuntament de Palma, que preside la popular Catalina Cirer, celebró ayer un pleno extraordinario en el que aprobó iniciar el expediente administrativo para la concesión de la Medalla d'Or de Ciutat al tenista Carlos Moyà, que se le entregará, en principio, el próximo 31 de diciembre. La propuesta, presentada por Cirer, fue aprobada con los votos del PP, el PSOE y el PSM.

El pleno de ayer debería haber sido de puro trámite, pero la ausencia de EU-EV en el mismo fue objeto de polémica. El portavoz de la coalición rojiverde, Eberhard Grosske, había anunciado media hora antes de la celebración de la sesión extraordinaria que su grupo no acudiría a la misma, al considerar que «la tributación fiscal en Suiza de Carlos Moyà sería un obstáculo infranqueable para otorgarle la Medalla d'Or de la ciudad». Grosske añadió que una vez concluido el expediente iniciado ayer, EU-EV condicionaría su voto «a la aclaración de esta cuestión».

Cabe recordar que, en principio, este año sólo estaba previsto entregar la máxima distinción de la ciudad al alcalde de Palma entre 1976 y 1979, Paulí Buchens -a título póstumo-, al político socialista Gabriel Juan y a la Societat Arqueològica Lul.liana.

La actitud de Grosske de no acudir ayer al pleno fue muy duramente criticada por el PSOE, el PSM y el PP. Así, el portavoz del PSOE, Antoni Roig, calificó la actitud de la coalición rojiverde de «irresponsable e irrespetuosa» con la institución municipal, y añadió que «ejemplos de este tipo no ayudan a la convivencia cívica» y que EU-EV «ha faltado a las reglas del juego democrático». El portavoz del PSM, Pere Muñoz, indicó que la decisión de Grosske había sido «un error político» que denotaba «una falta de sentido institucional increíble».