Un grupo de cerca de 200 niños de Palma partió ayer por la
mañana desde el puerto de Ciutat a las estaciones de esquí de La
Molina y Port Ainé gracias a una iniciativa del Ajuntament de
Palma. Los menores estarán acompañados durante el viaje por 25
monitores, quienes velarán por su integridad y su seguridad y,
también, quienes se encargarán de que se lo pasen lo mejor
posible.
La partida del barco, con destino a Barcelona, estaba prevista a
las 8.30 horas, por lo que los jóvenes fueron llegando al puerto
alrededor de las 8.00 horas. Las caras de sueño contrastaban con la
ilusión que todos tenían por partir hacia la nieve. El viaje es una
idea de la regidoría de Joventut del Consistorio palmesano que
pretende, como cada año durante las fiestas navideñas, que los
menores tengan la oportunidad de pasar unos días en contacto con
los deportes de montaña y la nieve. En el puerto, los monitores
repartieron cascos protectores para evitar los clásicos accidentes
provocados por las caídas. De esta manera se pretende impedir que
los jóvenes regresen a casa con un golpe en la cabeza. Los brazos y
las piernas serán más difíciles de proteger aunque seguro que no
hay que lamentar ningún incidente.
Para algunos de los jóvenes será la primera vez que vayan a
esquiar, aunque la mayoría ya conoce lo que es la nieve. La razón:
esta Navidad, las montañas de Mallorca se han teñido de un manto
blanco. Sin embargo, no será lo mismo. En La Molina y en Port Ainé,
los cerca de 200 niños podrán contemplar la nieve en su máximo
esplendor y, sobre todo, podrán esquiar, algo que en la Isla parece
del todo impensable.
L.M.
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