Rodríguez Ibarra, presidente de Extremadura.

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Un estudio realizado por el Govern pone de manifiesto las diferencias entre Balears y una de las comunidades más beneficiadas por el Gobierno central, Extremadura, una autonomía que sólo tiene 120.000 habitantes más que las Islas y que, sin embargo, gestiona un 60 por ciento más de presupuesto. Los datos analizados por la Conselleria d'Hisenda son bastante elocuentes y, uno por uno, confirman los desajustes entre Balears y una de las comunidades considerada «pobre» por el Gobierno central. Con una población de 1.073.904 habitantes (censo del 1 de enero de 2003), el criterio poblacional no parece ser lo suficientemente sólido para justificar las diferencias presupuestarias entre Extremadura y Balears. Las Islas registraron el pasado 1 de enero una población de 955.045 habitantes, es decir, algo más de 120.000 personas menos que Extremadura. Sin embargo, Extremadura gestionará este año un 60 por ciento más de presupuesto que Balears durante este ejercicio.

La gran diferencia entre Balears y Extremadura está en las transferencias corrientes y las de capital, es decir, en el dinero que reciben ambas comunidades de las arcas estatales. Extremadura suma unos ingresos del Estado de 2.897 millones de euros frente a los 303 millones del Govern. Es decir, el gobierno que preside el socialista Rodríguez Ibarra recibe casi diez veces más fondos del Estado que el Govern de Matas. Pese a ser considerada una comunidad pobre, el Gobierno de Extremadura gestionará este año un presupuesto de 4.130 millones de euros, sin contar el coste del Parlament, el Centro Económico Social, el Consell Consultiu y los organismos públicos. El Govern aprobó un presupuesto para este año de 2.597 millones de euros, es decir, un 60 por ciento menos. Además, el Ejecutivo que preside Jaume Matas ha tenido que recurrir a un endeudamiento de 380 millones para poder ejecutar todas las inversiones previstas para este ejercicio.

El fondo de suficiencia también beneficia escandalosamente a Extremadura que recibe 1.695 millones. En cambio, el Govern tuvo que devolver al Estado 195 millones, un montante que después se reparte entre las comunidades más pobres. En el apartado de ingresos, Balears sale ganando. En concreto, las Islas generan entre impuestos directos, impuestos indirectos y tasas 2.112 millones de euros frente a los 1.141 millones de Extremadura. Es decir, la presión fiscal para los ciudadanos de Balears es el doble que la que sufren los habitantes de Extremadura. Frente a estos desequilibrios, las partidas más iguales son las que sirven para financiar la sanidad y educación de ambas comunidades, mucho más proporcionado a la población de cada autonomía. Balears ha presupuestado para este año 613 millones para educación y 884 para sanidad. Extremadura gestionará 1.157 millones de euros en sanidad y 787 en educación. En este sentido, el Govern está buscando más dinero para compensar el déficit histórico en sanidad y educación. Precisamente, el Consell de Govern celebrado la semana pasada aprobó la inclusión de 582 millones de euros en los presupuestos para poder reclamar ante el Gobierno central el déficit en estas dos competencias.