La falta de consenso sobre el nuevo Son Dureta, uno de los puntos de enfrentamiento.

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S. CARBONELL/TORRES BLASCO
PSOE, EU-Verds y PSM anunciaron ayer que no participarán más en las reuniones que convoca la Conselleria de Salut del Govern para alcanzar un pacto en esta materia. La ruptura añade un punto más al enfrentamiento entre los partidos de la oposición al Govern y entre éste y el Gobierno central. Francesc Antich, secretario general del PSIB y diputado por Balears -que anunció que su partido había abandonado las reuniones del pacto por la sanidad- precisó que los socialistas siguen empeñados en pactar los «temas de Estado», entre ellos la Sanidad el aumento de la financiación, pero que el Govern balear «practica una política de hechos consumados». El responsable de Sanidad del PSIB, Vicenç Thomás, subrayó la falta de consenso en temas como la ley de drogas o la ubicación del Hospital Son Dureta así como la «nula negociación» en torno al proyecto de Presupuestos para 2005.

Asimismo, lamentó «la política de enfrentamiento» que ha ejercido la Conselleria de Salut con el Ministerio de Sanidad y su parálisis para desarrollar algunos de los proyectos iniciados en la anterior legislatura por el Pacte de Progrés. Por su parte el PSM, en palabras de Joana Lluïsa Mascaró, considera que el Ejecutivo de Matas «no tiene voluntad real de llegar a un acuerdo con todos los grupos parlamentarios para abordar conjuntamente los principales ejes de la política sanitaria» y añade que los nacionalistas continúan con la intención de participar en un pacto por la salud, pero puntualiza que para que el pacto sea posible «es necesario un cambio de actitud por parte del PP que posibilite este acuerdo». En la misma línea se manifiesta Miquel Ramón, en representación de EU-Els Verds, puntualizando que «en las reuniones que hemos mantenido no se han tratado los grandes temas de la política sanitaria» y concretando que «estamos de acuerdo en hacer un pacto por la sanidad pero que sea real y no una perdida de tiempo ni una actuación de cara a la galería».

El representante de sanidad del PP, Miquel Munar, cree que la decisión de abandonar el pacto es «una maniobra del PSOE» y añade que «contar con un pacto por la sanidad es positivo para los ciudadanos de las Islas» y que este hecho tendría que estar por encima de los intereses de los partidos políticos. Para el doctor Antoni Rossiñol, representante de sanidad de UM -que ayer no asistió a la reunión del pacto por motivos laborales- lo lógico es continuar apoyando este pacto, «aunque podamos tener discrepancias en algunos temas». Para la consellera de Salut i Consum, Aina Castillo, la puerta del diálogo continúa abierta y el pacto se continuará reuniendo «siempre que haya partidos que quieran participar en él». La consellera sostiene que no se entienden las razones esgrimidas por el PSOE y que la única explicación posible a este hecho son «las discrepancias internas de los socialistas a la hora de afrontar los grandes temas sanitarios» y añade que «pensamos continuar dialogando».