«Allí, si comen, ya están contentos. Es una cura de humildad». Tras
una rueda de prensa, de esta manera resumió ayer la consellera de
Presidència, Rosa Puig, su visita de diez días a Anantapur y otras
zonas de la India donde la Fundación Vicente Ferrer tiene a su
cargo varios proyectos que financia el Ejecutivo autonómico.
Además de comprobar el estado de los proyectos financiados por
el Govern, participó en la colocación de la primera piedra de un
hospital del área de Kayandurg y visitó el lugar en el que se
ubicará un centro de enfermos del virus del sida.
Anantapur ocupa tres veces la extensión de Mallorca y tiene
cuatro millones de habitantes que viven en la más absoluta pobreza.
Puig ha regresado con dos «ahijados»: una niña, Hemalatha, y un
niño, Sivasamk Nar.
Pese a que inicialmente estaba previsto visitar la zona de la
India que sufrió los efectos del tsunami, esta visita no se
concreto. La cuenta solidaria del Govern ha reunido 22.000 euros,
de los que 17.000 pertenecen de la recaudación del
Mallorca-Getafe.
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