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Josefina Clapés Martínez dijo a los medios desplazados a Santa Fe que ella no había votado «a la derecha» en las elecciones autonómicas de Formentera en 1999, y que no se explica por qué su voto había ido a parar al partido que apoyaba al PP. «Me perseguía la Triple A (policía secreta de la dictadura argentina) y soy de izquierdas», afirmó. Cuando le tocó el turno para comparecer ante la comisión judicial de Balears, explicó la situación que padeció en la dictadura en su país, pero no fue tan rotunda y dijo: «Imagínense a quién voté en Formentera», según confirmaron personas que tuvieron acceso al contenido de las declaraciones realizadas en el Juzgado Federal número 2 de Santa Fe. Como se sabe, los 74 votos «argentinos» investigados en el «caso Formentera», la supuesta trama de captación ilegal de votos, favorecieron a la agrupación (AGIF) del PP. «No sé cómo mi sufragio fue a parar a ese partido», dijo a la prensa Josefina Clapés Martínez, madre del periodista y testigo Flavia Raina Clapés, que anunció que no va a declarar (está citado el viernes) porque se siente víctima de una persecución política, según publicó ayer Ultima Hora.

Algunas de las fuentes consultadas por este diario creen que Clapés Martínez votó a la AGIF sin saber que estaba apoyando a un partido de derechas. Todo ello, debido al desconocimiento de las siglas y de los partidos que han demostrado los emigrantes que han testificado hasta ahora. Los abogados de las acusaciones particulares, Ascensión Joaniquet y Miquel Mas, declararon al finalizar el interrogatorio a Josefina Clapés Martínez, María Bonet Tur, María Cristina Cerdá Sica, Libertad Bella Riera Albornoz y Ovidio Farto Ayala, que se seguía «avanzando» en la «acreditación del delito electoral de alteración de las normas de formación del censo». Y añadieron: «Es decir, de la alteración de las reglas del juego en unas elecciones, unas reglas que son sagradas para que todos los partidos puedan competir en las mismas condiciones de igualdad». El abogado de la defensa, Rafael Perera, no estuvo presente -volverá esta semana a Santa Fe-, ya que regresó a Palma para atender unas cuestiones en su despacho, pero dejó escritas unas preguntas. Una de ellas incide en si los testigos «votaron libremente, sin presiones de nadie», y todos respondieron «sí». Otra circunstancia «llamativa» para los abogados de las acusaciones particulares fue la de María Bonet Tur, ya que su reclamación al CERA (Censo de Españoles Residentes Ausentes) coincidió, al parecer, cuando se encontraba de viaje en Balears formando parte de la Operación Añoranza. Bonet Tur lloró ante el juez Monserrat y el fiscal Barceló y solicitó no ser fotografiada a su salida. María Cristina Cerdá Sica, por su parte, explicó a los integrantes de la comisión judicial que se había informado «por televisión» sobre los partidos políticos que concurrían a las elecciones en Formentera, aunque admitió que desconocía «totalmente» el significado de las siglas AGIF. Finalmente, Ovidio Farto Ayala declaró que la firma que aparecía en el formulario de inscripción en el censo electoral era suya, pero la letra no, y que no recuerda quién le ayudó en esa tarea.