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Otros cuatro testigos argentinos del «caso Formentera», la supuesta trama ilícita para alterar los resultados electorales en las elecciones autonómicas de 1999, dejaron de manifiesto ayer nuevas irregularidades en el proceso que siguieron para rellenar los formularios de inscripción en el censo de esa Isla.

Jorge Ricardo González Vallecillo, Francisca Marco González, Paula Gimina Martínez Riera y Vida Amor Riera Albornoz -también estaba citada Francisca Norma Mangiova Mora, pero no compareció- declararon ante los integrantes de la comisión judicial de Balears, en una jornada marcada por las coincidencias en las anomalías de los formularios rellenados.

En esta ocasión, de nuevo quedó de manifiesto que los testigos habían firmado la reclamación para ser inscritos en el censo de Formentera, pero, como ha ocurrido con la gran mayoría de los familiares de emigrantes de Balears radicados en Santa Fe, no reconocieron los trazos grafológicos que reflejaban los documentos que les enseñaron.

Por ello, uno de los abogados de la acusación particular, Miquel Mas, declaró a este diario: «La jornada ha sido muy positiva porque se sigue avanzando en la demostración de que, efectivamente, se registró un delito de alteración del censo electoral de Formentera».

La comisión judicial de Balears presidida por el juez instructor Antoni Monserrat, y de la que forma parte también el fiscal jefe, Bartomeu Barceló, debe tomar declaración a una veintena de testigos más en Santa Fe para finalizar el primer turno de interrogatorios en esa ciudad argentina.

Posteriormente, la comitiva balear se desplazará a Rosario, Bahía Blanca, Formosa, Buenos Aires y Montevideo (Uruguay) con el objetivo de comprobar in situ el contenido de declaraciones anteriores realizadas por los testigos ante una comisión rogatoria.

El notable esfuerzo que están realizando el juez, el fiscal y los abogados de las partes personadas, se ve recompensado por la colaboración de los testigos y, especialmente, por el gran apoyo del titular del Juzgado Federal número 2 de Santa Fe, Francisco Miño, y de todos sus funcionarios.

La comisión judicial es tratada de forma exquisita. Desde el día 1 de febrero, en el inicio de las testificales, la comisión judicial dispone de una sala especialmente habilitada en esas dependencias. Además, se turnan el propio juez Miño y un secretario para dar fe de los testimonios. Como se sabe, la jurisdicción de todo lo que se dirima en esa sala corresponde al juez Miño.