El sindicalista franquista Juan García Carrés describe en sus
memorias, publicadas por la revista «Interviú», el papel que jugó
el militar mallorquín, teniente coronel Pedro Mas Oliver, ya
fallecido, ayudante de campo de Milans del Bosch, en el desarrollo
de la trama del 23-F, el fallido golpe de Estado del que se cumplen
24 años. García Carrés fue quien presentó a Antonio Tejero y a
Jaime Milans del Bosch, y también el único civil que estuvo
presente en la crucial reunión celebrada el 18 de enero de 1981 «en
el domicilio madrileño de Pedro Mas Oliver, ayudante de campo de
Milans, en el número 15 de la calle General Cabrera», según
«Interviú».
En sus memorias secretas, García Carrés relata que fue el
teniente general Jaime Milans del Bosch el que le confirmó que el
«enlace» (en la operación) sería el teniente coronel Pedro Mas
Oliver. «El primero de ellos se produce a mediados de junio en
Madrid, en el mesón Gerardo: A los postres le presento a Tejero. Ha
sido una larga sobremesa. Hemos hablado de todo y de que hay que
estar preparados porque, en cualquier momento, puede venir la orden
del Rey», escribe García Carrés.
En septiembre, vuelven a reunirse, esta vez en casa del propio
García Carrés : «Estuvimos comentando los distintos movimientos que
había entonces en el Ejército: uno que estaba dirigido por un grupo
de coroneles que eran partidarios de un golpe violento; otro, que
se inclinaba por una actuación menos violenta, al que llamaban 'Los
blandos', y el nuestro, que ya estaba en marcha». En otro apartado
de sus memorias, García Carrés cuenta cómo recibió de Milans del
Bosch luz verde para iniciar los preparativos finales del asalto al
Congreso de los Diputados.
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