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«Hay actividades en Palma que no cuentan con la licencia adecuada. Para ello, Urbanismo dispone de un servicio de denuncia de actividades que vela por la seguridad y para que la actividad en sí cause determinadas molestias. La mayoría de los cierres ejecutados a los largo del año pasado se refieren a locales con música, talleres en el casco urbano y actividades en suelo rústico (chatarrerías, rent a car, etc)», afirma Juan José Ferrando, gerente de Urbanismo del Ajuntament de Palma.

El número de expedientes iniciados se ha triplicado desde 1994, cuando este departamento inició 150 expedientes, cantidad que se duplicó en el año 2000 (con 295 expedientes) y que alcanzó los 550 el año pasado.

Lo mismo ha sucedido respecto al número de decretos totales (cierres, resoluciones de recursos, dejar sin efecto) en el plazo comprendido entre los años 1994 y 2002. En el primero, se firmaron tan sólo cuatro decretos totales, cifra que aumentó hasta los 45 hace tres años.

Respecto al número de decretos correspondientes a 2004, se decretaron 105, diez más que en 2003. Del total, y refiriéndonos al año pasado) 45 fueron por cierre de actividad, siete para la paralización de música, dos para la paralización de aire acondicionado, 34 decretos que desestimaron recursos y un cierre parcial de la actividad.

En el año 2003 se decretaron 63 decretos para cierre de actividad (18 más que el año pasado), 15 para ejecutar la paralización de música (ocho más que en 2004) y 15 para desestimar recursos.