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Menorca fue durante unas horas la capital política de Balears con ocasión de la entrega de las Medallas de Oro y de los Premis Ramon Llull, las máximas distinciones autonómicas que se entregan cada año con ocasión del Día de les Illes Balears y que, este año, han tenido un sabor eminentemente menorquín, pese a que Mallorca se ha llevado también un buen ramillete. Como prólogo al acto central que se celebrará hoy en Palma, se entregaron ayer las distinciones de la Comunitat Autònoma con el Govern en pleno y la significativa ausencia de los líderes de los partidos de la oposición. Todos los partidos delegaron en representantes menorquines. Jaume Matas, la vicepresidenta Estarás, la presidenta del Consell de Menorca, Joana Barceló; el presidente del Consell de Eivissa-Formentera, Pere Palau; el presidente del Parlament, Pere Rotger, y el vicepresidente del Consell de Mallorca, Miquel Nadal, presidieron el acto, aunque únicamente intervinieron Matas y los representantes de los galardonados.

El presidente de la Associació d'Amics de l'Òpera de Menorca, Josep Maria Quintana Petrus, habló en nombre de los agasajados con el Ramon Llull. Dijo que su compromiso era con la sociedad y agradeció a Matas la distinción en nombre de todos. La viuda de Rafael Timoner, Violeta Benejam, recogió la medalla concedida a su esposo a título póstumo. Dio un emocianado «muchas gracias». El barítono Joan Pons, que también recibió una medalla, no pudo desplazarse a Maó por motivos profesionales y su hijo recibió el galardón. Hubo momentos especialmente emotivos, como el de la entrega a Sor Rafaela Gomila de uno de los galardones. El president conversó afablemente con ella y se acercó adonde estaba sentada para evitar el esfuerzo de tener que levantarse. El consejero de Justicia de la Comunidad Autónoma de Madrid, Alfredo Prada, recibió el único de los galardones que sale fuera de las fronteras de las Islas, el Premi Ramon Llull al Centro de Emergencia 112 de Madrid, «en reconocimiento de la diligencia y la extraordinaria eficacia mostradas durante los atentados terroristas del 11 de marzo en Madrid, y por haberse convertido en modelo de funcionamiento para el Sistema Integral de Emergencias de les Illes Balears», según destacó el conductor de la ceremonia.

Uno a uno la totalidad de los premiados presentes fueron a recoger su galardón. El presidente del Parlament recogió el que correspondía a María José Hidalgo, directora general de la copañia Air Europa que, por motivos familiares, no pudo desplazarse en el último momento. Hidalgo es una de las 19 personas o entidades de Mallorca que recibieron galardones yer. También fue recompensado (pese a que no pudo acudir) Jean Dausset, premio Nobel de Medicina, nacido en Francia, y que ha elegido la localidad de Sóller para vivir su jubilación. Los otros malloquines que ayer recibieron de manos del president los símbolos que destacan su aportación a la vida de les Illes Balears fueron el escitor Alexandre Ballester; el futbolista Miquel Àngel Nada; el actor Simó Andre; el jurista Vicente Matas; el pionero de la formación turística, Felipe Moren; el paisajista y retratista Joan Miralles Llad; el fundador de la Escola d'Esplai, José Ramón Serra; el historiador Miquel Ferrer Flórez; el empresario del calzado Llorenç Fluxá; el creador de espacios Toni Obrador; el músico Bernat Pomar; el artífice del Auditorium, Marcos Ferragut; el histórico de la aviación balear José Jaume; la agrupación Aires de Muntanya de Selva; Joan Nadal (jesuita experto en temas bizantinos), la historiadora María Barceló y la pintora Teresa Mata.