Al parecer las olas de frío han dado una tregua y el buen tiempo ha llegado a la Isla. Foto: J.MORE

TW
0

Aunque todavía faltan unos días para inaugurar oficialmente la primavera, parece que la estación romántica por excelencia se ha anticipado. Estos días estamos disfrutando de un tiempo inimaginable hace unas semanas, en las que estábamos inmersos en una serie de olas de frío que se iban sucediendo sin tregua. Ahora, y si la meteorología no nos lleva la contraria, el sol y las altas temperaturas se han adueñado de nuestro clima. Una situación que muchos ciudadanos de la Isla han aprovechado para disfrutar del sol, ese astro que da vida con sólo aparecer. Es algo pronto para darse el primer chapuzón, pero muchas personas sí que se han atrevido a darse baños de sol y a pasear bajo él.

Desgraciadamente, este sol de justicia puede desaparecer, ya que el Instituto Nacional de Meteorología prevé para hoy cielos nubosos con posibilidad de alguna lluvia débil y aislada por la tarde y noche. Mientras, las temperaturas no experimentarán cambios y los vientos soplarán del nordeste, de flojos a moderados.

Esta primavera aparente ha propiciado que nos olvidemos del chaquetón y las prendas invernales que hace tan sólo una semana eran nuestro mejor uniforme y nos vistamos con un atuendo más primaveral, eso sí acompañado de una chaqueta, por si acaso. Y es que la experiencia nos aconseja que no nos confiemos porque esta climatología puede ser pasajera y el frío puede regresar. Todo puede pasar. Pero de momento, disfrutaremos de lo que nos queda del invierno de la mejor manera: gozando del sol y el buen tiempo. A pesar del soleado día, el fresco se dejaba notar en momentos claves, sobre todo cuando la brisa hacia acto de presencia. El Passeig Marítim de Palma mostraba ayer una imagen que hacía tiempo que no veíamos de gente paseando, haciendo footing, montando en bicileta, practicando patinaje o simplemente mirando al mar. Los padres aprovecharon la tarde para llevar a sus hijos a jugar a los parques, los enamorados se prometieron amor eterno bajo la luz del sol, los intelectuales leyeron un libro a la sombra de Lorenzo y los deportistas quemaban su energía solar. Cualquier excusa fue válida para ocupar el tiempo libre en un día en el que el sol nos regaló su mejor sonrisa que no es otra que la que emanan sus rayos.

S. Coquillat