Algunos puestos de venta de pescado en los mercados aperecieron vacíos. Foto: PEP ROIG
JOAN J. SERRA / JAVIER JIMÉNEZ
Golpes, patadas, puñetazos, empujones y gritos. Esto es lo que se
vivió en la madrugada de ayer en la Llonja del Peix de Palma, en un
enfrentamiento entre pescadores y vendedores de pescado al que
tuvieron que acudir efectivos del Cuerpo Nacional de Policía,
Guardia Civil y Policía del Puerto. La tangana se inició a las 4 de
la madrugada, media hora antes de comenzar la subasta electrónica
de pescado. Los pescadores habían cerrado una barrera para impedir
el acceso a la sala donde preparan el pescado antes de colocarlo
sobre la cinta transportadora de la subasta. Los peixaters
exigieron acceder a la sala para, como han hecho siempre, comprobar
y visualizar el género. Se iniciaron los enfrentamientos
dialécticos y los vendedores empezaron a hablar de plantarse y no
comprar nada. Con carácter de urgencia, representantes de ambas
partes mantuvieron una reunión, pero no llegaron a ningún acuerdo.
Tras ese encuentro infructuoso, los ánimos se caldearon aún más y
los más exaltados de ambos bandos se enzarzaron en una pelea en la
que tuvieron intervenir las fuerzas de seguridad para separarles.
En principio, nadie presentó ninguna denuncia pese a que se
causaron contusiones en medio de la trifulca. Cuando los ánimos
estuvieron un poco más calmados, ya eran las 7 de la mañana y las
dos partes dieron la jornada por perdida. Casi la totalidad de los
pescadores de arrastre no salieron a faenar y los peixaters no
compraron nada.
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