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El comandante general de Balears, Luis Peláez-Campomanes, se despidió ayer de este cargo en una acto militar celebrado en la Base General Asensio que quedó deslucido por un intenso chaparrón que empezó a caer justo en el momento en que se inciaba el acto. Debido al aguacero no se pudo celebrar ni el desfile ni el homenaje a los caídos y el general tuvo que hacer su parlamento de despedida en el interior de uno de los edificios.

Luis Peláez-Campomanes sí tuvo tiempo de besar la bandera en señal de despedida ya que hoy pasa a la reserva al cumplir 62 años. En un encuentro con los medios de comunicación, el comandante general destacó la excelente relación que ha mantenido con las autoridades de las Islas, tanto en la época del Pacte como en la del PP.

Agradeció la colaboración que ha recibido del director general de Infraestructuras del Ministerios de Defensa, el mallorquín Joan Mesquida, colaboración que ha permitido realizar importantes mejoras en las instalaciones militares de las Islas.

Ante la polémica que suscita la presencia de barcos de la OTAN en la bahía de Palma, el comandante general consideró que, si España pertenece a la OTAN, debe ser «leal» con la organización. «Nadie entendería que a un barco español le pongan pegas para atracar en otro país de la Alianza», aseguró.

En el balance «muy positivo» de su estancia en las Islas, el comandante general tuvo un especial recuerdo a las maniobras que realizó en aguas de Balears el Cuartel General de Alta Disponibilidad de la OTAN en España ya que era la primera vez que se trasladaba todo un cuartel general, lo que conllevó una «enorme complejidad».