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Al mal tiempo buena cara. Eso hicieron ayer las casi veinte familias que acudieron a primera hora de la mañana al Museu d'Història de Manacor dispuestos a disfrutar de la primera actividad arqueológica en red organizada por la Associació per a la Conservació i Difussió del Patrimoni.

Los ayuntamientos de Manacor, Montuïri, Calvià y Alcúdia diseñaron los talleres incluidos en el programa «Primavera Arqueològica» y la asociación anteriormente mencionada ha sido la encargada de sufragarlos. La intención es que las familias participantes desarrollen todos los talleres, al menos cuantos más mejor, para ir conociendo el proceso de la historia pretalayótica de la Isla, puesto que en ninguno de los yacimientos elegidos se repetirá ninguna actividad, sino que seguirán un orden cronológico.

Así pues, el Museu d'Història de Manacor ha sido el encargado este fin de semana de iniciar el programa a pesar del frío y la lluvia. El tiempo no permitió visitar in situ el yacimiento de s'Hospitalet Vell, en Cales de Mallorca, lugar elegido para desarrollar varias actividades en familia para pequeños y mayores. No obstante, la visita se substituyó por varios talleres en el interior de la Torre dels Enagistes de Manacor.

Los más pequeños se lo pasaron de lo lindo escuchando las narraciones y vivencias de una pequeña cabrita pretalayótica. Así, el animal les mostró el proceso de construcción de una naveta. Más tarde los más pequeños reprodujeron el habitáculo con una maqueta a pequeña escala hecha con barro y maderas que pudieron llevarse a su casa. Mientras tanto, los padres disfrutaron de una visita guiada y de las exhaustivas explicaciones que impartió la directora del museo, Magdalena Salas. Los pequeños se lo pasaron en grande moldeando y construyendo su propia naveta de barro. La actividad les acercó a la realidad que vivieron nuestros antepasados en los diferentes yacimientos que hay en la Isla.

La Primavera Arqueològica ya ha empezado. El próximo yacimiento que recibirá la visita de las familias será el de Son Fornés, en Montuïri, los días 23 y 24, donde trabajarán los talayots.

M. Puigròs / C. Veny
(texto y foto)