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Que nadie se alarme cuando el presidente Matas anuncia que van a construir un metro en Palma a fin de descongestionar la circulación. Un metro bien construido, aparte de descongestionar el tráfico, no supone ningún peligro de hundimiento como se ha oído decir a través de algunas voces. Que una cosa es lo que está pasando en el Carmel de Barcelona y otra, haciéndose las cosas bien, es lo que podría ocurrir aquí. Nada en cuanto a desastres como los acaecidos en la Ciudad Condal con la construcción del metro. Por otra parte, ya existe un precedente de recorrer sobre vías parte de las entrañas de Ciutat. Desde 1932 hasta mediados de los 60, un ferrocarril unía, underground, la estación con el muelle comercial. Y nunca sucedió nada. Es más, hoy, parte de dicho conducto sigue tal cual, excepto que carece de vías, que los refugios y escaleras de su interior han sido tapiados, y que parte de su recorrido -algo menos de kilómetro y medio- ha sido interrumpido, primero por los aparcamientos de la Plaça Major, y posteriormente por los de las Avingudes y l'Olivar.

Según los datos que aporta la publicación «El ferrocarril de Mallorca», la primera parte del túnel es artificial debido a que entre la estación y la Plaça d'Espanya estaba el foso de las murallas. Desde dicha plaza en adelante, el túnel discurre a una profundidad de 8 metros. Pasando por la Plaça de l'Olivar, da un giro hacia la izquierda hasta llegar a la Plaça Major, tras hacer un recorrido de 607 metros. Al sobrepasar la Plaça de Santa Eulàlia, el túnel gira ahora hacia la derecha y sigue en dirección hacia las murallas. El último tramo, de aproximadamente unos 40 metros de longitud, vuelve a ser artificial. Durante la Guerra Civil, el túnel fue utilizado como polvorín y también como refugio antiaéreo, por lo cual, desde las plazas de l'Olivar, Palou i Coll, Major, d'en Coll y otras se crearon unos accesos.
Este túnel fue construido en 1932 de acuerdo al proyecto del ingeniero militar Luis García Ruiz, y vino a sustituir la red ferroviaria que enlazaba por la superficie la estación con el puerto de acuerdo a un proyecto de Eusebio Estada, con fecha de 1874. Por aquellos años, los vagones eran impulsados por caballerías; y posteriormente, a partir de 1881, por locomotoras. Como el tráfico de Palma, sobre todo por la zona donde discurría este ferrocarril, era cada vez más intenso, se construyó el túnel.

Nosotros estuvimos en él. Entramos por los aparcamientos de las Avingudes y a los 200 metros el tramo quedó interrumpido por los de l'Olivar. No vimos vías por ninguna parte, y sí alguna que otra traviesa. Un largo tubo recorre una de las paredes, se supone que conteniendo cableado. Al día siguiente entramos por lo que era su salida, en la Portella. Tampoco hay vías, y el recorrido lo interrumpen, trescientos metros más adelante, los aparcamientos de la Plaça Major. A ambos lados, a una distancia de unos cincuenta metros, encontramos pequeñas hendiduras en las que se refugiaban aquellas personas que transitaban por él y eran sorprendidas por el paso de algún convoy. Encontramos también una escalera que metros más arriba terminaba en una pared. Era, sin duda, uno de los accesos al túnel, construido durante la Guerra Civil, para que por ellos entrara la gente y se ocultara en su interior.
Nos llamó la atención en este último tramo un goteo constante a través del techo, producido seguramente por la ruptura de alguna tubería que recorre el subsuelo de Palma, por lo cual no estaría de mas echarle un vistazo no vaya ser que provoque algún hundimiento.

Pedro Prieto