La Conselleria d'Agricultura i Pesca, a través de la empresa
pública Serveis de Millora Agrària (Semilla), ha comprado toda la
cuota láctea (producción de leche asignada a cada ganadero)
abandonada en Balears durante el último año y cuyo destino era la
Reserva Nacional.
Este volumen de leche supera los tres millones de kilos y
corresponde a una treintena de ganaderos que han abandonado la
producción. Por todas estas cuotas, la Conselleria ha pagado 2,5
millones de euros con la intención de que permanezcan en Balears,
puedan ser compradas por otros ganaderos de las Islas y no acaben
en la Península. Las cuotas que no corresponden a abandonos de las
explotaciones y no van a la Reserva Nacional se comercializan en el
mercado libre y escapan al control de la Conselleria.
El Ministerio de Agricultura pretende que las cuotas abandonadas
no puedan venderse entre particulares y pasen todas a la Reserva
Nacional. Sin embargo, el secretario general técnico de la
Conselleria, Llorenç Rigo, ha dirigido una carta al Ministerio
solicitando que se tengan en cuenta las peculiaridades de Balears,
sobre todo la insularidad, y que, durante cinco años, las cuotas
abandonadas en Balears sean reasignadas a ganaderías de las
Islas.
Por otra parte, Balears ha vuelto a ser calificada como zona
restringida por la «lengua azul», por lo que se mantiene la
prohibición de exportar rumiantes de las Islas a la Península, no
así entre Islas.
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