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Joan Carles Palos (Everest)
Ni manifestaciones ni consignas por una mejora de las condiciones laborales. El Primero de Mayo pasó ayer desapercibido en el campo base del Everest, donde la mayor preocupación es saber el tiempo que hará en los próximos días. Sin embargo, los más de trescientos habitantes -entre sherpas y escaladores- de «la ciudad de nylon» tienen ahora mismo los ojos puestos en el cielo. Entre ellos, Oli y los dos Tolos (Quetglas y Calafat) continúan embarrancados en la tienda comedor, dónde la mayor distracción son los juegos de cartas y las largas tertulias en compañía de nuestros compañeros aragoneses y castellano-leoneses (Carlos Pauner, Javier Pérez, Josema Herraiz, Tafalla, Jesús Calleja y Punchock). A todos los une un mismo objetivo: evitar caer en el aburrimiento y la desesperación antes de que lleguen arriba del todo.

Mientras tanto, nos llegan noticias de que en el campo III, a 7.200 metros de altura, un grupo de una docena de escaladores de una expedición comercial permanecen atrapados en sus tiendas ante el elevado riesgo de aludes en torno a la pared del Lohtse y el Valle del Silencio. Y es que los 70 centímetros de nieve caídos la pasada noche han tapado las grietas y el rastro que ayudaba a esquivarlas. Por este motivo la mayoría de expediciones que no han salido del campo base han decidido aplazar su ascensión hacia los campos de altura a la espera de mejores condiciones meteorológicas.

La expedición «Mallorca a dalt de tot. Everest 2005» ha entrado en el mes decisivo. En los próximos 15 días, los escaladores isleños irán ganando altura hasta cerca de los 8.000 metros, después de haber dejado instalados y equipados los campos III y IV con la colaboración de los sherpas. A partir de mitad de mes, la denominada «finestra» determinará el momento preciso en que puede 'hacerse cumbre' a 8.848 metros. Se trata de un par de días en que el viento y la temperatura ambiente permiten un avance rápido hacia el techo del mundo. Oli y los dos Tolos son conscientes de que los pequeños claros que nos permiten alimentar el cargador solar no son suficientes para tomar la decisión definitiva.