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Alrededor de 200 funcionarios del Ajuntament de Palma, la mayoría de ellos policías locales, aunque también había bomberos, personal administrativo e integrantes de las brigadas municipales, se concentraron ayer de manera silenciosa frente a Cort, sobre las 09.30 horas, para reiterar su petición de que haya mejoras en el convenio colectivo que se está negociando en la actualidad entre el teniente de alcalde de Hisenda i Funció Pública del Consistorio, Pedro Àlvarez, y los representantes sindicales. La nota distentida de la concentración tuvo lugar media hora después del inicio de la misma, cuando los representantes sindicales invitaron a desayunar a la alcaldesa de Palma, la popular Catalina Cirer, que aceptó la propuesta. El desayuno estuvo compuesto, básicamente, por pan, vino, sobrasada y butifarrón.

Cabe recordar que el pasado jueves Cirer y Àlvarez mantuvieron un encuentro con los representantes sindicales de los empleados municipales para intentar desbloquear las negociaciones sobre el citado convenio, para el periodo 2004-2007, que se está negociando desde hace unos 15 meses y que en estos momentos se encuentran en punto muerto. La alcaldesa dijo el jueves que había tomado nota de las peticiones que se le habían planteado y añadió que estudiaría su posible viabilidad económica. Àlvarez, por su parte, recordó que el último borrador del futuro convenio planteaba una subida salarial del 2,7 por cien, lo que supondría 2 millones de euros para las arcas del Consistorio, y también diversas mejoras, por un importe total de 2,3 millones de euros. El teniente de alcalde de Hisenda i Funció Pública añadió que si además se aceptasen las peticiones de los sindicatos relativas a las pagas extra y a los fines de semana, el Ajuntament debería desembolsar 6 millones de euros y 1,2 millones de euros más, respectivamente.

Cabe recordar que los funcionarios solicitan dos pagas extra cuyo importe sea equivalente al de una nómina mensual, posibilidad que, según indicó Àlvarez, prohíbe la Ley de Presupuestos, y también quieren que se abonen como complemento 153 euros más por fin de semana trabajado. Los funcionarios también se oponen a la posibilidad de que a partir de este año haya jornada partida, aunque Àlvarez recuerda que sería voluntaria, y quieren, asimismo, que la jornada semanal de los empleados de Cort pase de las 40 horas actuales a 35 horas de manera gradual y progresiva.