08/05/05 0:00
Ahora vienen dos semanas muy importantes para los intereses de la expedición «Mallorca a dalt de tot. Everest 2005». A partir del martes se abre una primera «ventana» que permitirá a los escaladores alcanzar el Campo III (7.200 m.) y completar así el proceso de aclimatación antes de que llegue la hora de atacar definitivamente la cima, prevista en torno al día 22 de mayo. Mientras tanto, y después de un intento frustrado de aclimatación en el Campo III de altura ubicado en la pared del Lhotse, los expedicionarios se encuentran de nuevo «velando armas» en el Campo Base. Joan Olivieri «Oli» y «los dos Tolos» (Quetglas y Calafat) se dedicaron ayer a hacer limpieza, además de ordenar y revisar sus utensilios de escalada.
Con la ayuda de sus compañeros, Tolo Calafat aprovechó para mudarse a la tienda de Jopela, ya que la suya se encontraba seriamente amenazada de muerte por una roca que, por ahora, yace inestable encima de un bloque de hielo. Esta frenética actividad despertó la curiosidad del resto de expedicionarios con los que comparten permiso de escalada al Everest, Carlos Pauner y Jesús Calleja. Todos siguieron de cerca la esmerada tarea de casi dos horas que desarrollaron los mallorquines bajo un imprevisto sol de justicia. Anécdotas aparte, el grupo se encuentra en estos momentos en perfectas condiciones físicas para cuando llegue la hora definitiva, que algunos sitúan entre los días 15 y 20 de mayo. En este sentido, los próximos quince días serán claves para ir ganando tranquilamente y sin prisas los 3.500 metros de desnivel que los separa del Campo Base (5.360m.) hasta el techo del mundo (8.848 m.). A pesar de eso, los nervios comienzan a aflorar ante los cambios repentinos de las condiciones meteorológicas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.