La modernización en el sector hotelero y la oferta complementaria había sido hasta la fecha puntual y nunca permanente.

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El Ejecutivo autonómico que preside Jaume Matas quiere aplicar a rajatabla la Ley General Turística y desarrollar uno de sus principales aspectos, la modernización, que a partir de ahora «será permanente y de obligado cumplimiento, tal y como recoge la Ley General Turística (LGT) y que a partir de ahora será de obligado cumplimiento, porque lo que prima ante todo es mejorar la competitividad de Balears», explica el conseller de Turisme, Joan Flaquer.

Hasta la fecha habían imperado planes parciales de modernización, como así ha sucedido en la hotelería y en la oferta complementaria, pero nunca se había adoptado la postura política de que fuera permanente, pese a estar recogido en la ley. El conseller puntualiza que «de poco sirve hacer una modernización puntual si no se realiza un seguimiento permanente. Es aquí, donde queremos incidir para concienciar a todo el sector empresarial que debe de apostar por este hecho, porque en caso contrario se aplicará la normativa vigente en la LGT. La ejecución de este plan de modernización se pondrá en marcha en el plazo de dos años y quien no lo cumpla se verá obligado a hacer frente a todo el proceso sancionador de la LGT, que contempla hasta el cierre de los establecimientos».

Para hacer frente a estos planes de modernización, que significan un desarrollo de la actual Ley General Turística de 1999, se han llegado a acuerdos puntuales con entidades financieras de las Islas para poder acceder a una línea de créditos blandos. Entre estas entidades hay que reseñar a Sa Nostra y la CAM, pero no se descarta que se sumen más cajas y bancos.

El Govern quiere ejecutar estos planes de modernización permanentes en dos vías: «La modernización no se tiene que basar sólo en hechos tangibles (edificios), sino también en los intangibles (servicios y calidad), por lo que el Instituto de la Calidad Turística está determinando para cada sector unos ratios y mínimos de calidad, que estarán recogidos en unos manuales para aplicar en cada sector. Y esto afectará tanto a las empresas privadas como a las entidades públicas, porque el esfuerzo lo tienen que realizar todos y no sólo el sector privado».