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Dirigentes socialistas que prestaron declaración ayer en calidad de testigos en la segunda jornada del juicio por el «caso Bitel» en la Audiencia de Palma, entre ellos, el ex director general de Ordenació de del Territorio en el Govern del Pacte de Progrès Manuel Cabello, declararon que en muchas ocasiones se sintieron «espiados» por el PP. Cabello dijo que esa sensación se hizo más patente cuando empezaron a percatarse de que sus decisiones políticas «parecían ser conocidas de antemano» por sus rivales políticos. Entonces, no había estallado el «caso Bitel», que dejó al descubierto el redireccionamiento irregular de los correos electrónicos del ex presidente de la Comisió d'Urbanisme del Consell de Mallorca Francesc Quetglas.

En la maratoniana sesión, las acusaciones insistieron en que ese redireccionamiento fue «provocado», mientras que para las defensas, no pasó de ser un «lamentable error». Esta tesis del error, sin embargo, fue descartada de plano por los jueces al insistir en que ya fue debatida «hasta la saciedad» en la primera fase de instrucción. En el «caso Bitel» están imputados la directora general de Presidencia, Francisca Pascual, y el funcionario del Govern, Sebastià Vallori, para quienes las acusaciones piden cuatro años de cárcel en cada caso por el supuesto delito de revelación de secretos en la modalidad de mensajes de Internet.